Gregorio Guerrero Pozas renunció a la Contraloría General del Instituto Nacional Electoral (INE) para asumir una nueva responsabilidad en la Secretaría de Gobernación.
En un oficio dirigido al presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, Guerrero Pozas notificó su separación del cargo que ocupaba desde 2008.
“Al haber sido invitado para colaborar en la administración que encabeza el licenciado Andrés Manuel López Obrador para incursionar en un nuevo reto en donde aplicaré toda mi experiencia profesional obtenida a lo largo de 43 años en el servicio público, es que me veo precisado a someter a su consideración mi renuncia con carácter de irrevocable al nombramiento de titular del Órgano Interno de Control del Instituto Nacional Electoral, con efectos al 31 de enero de 2019”, informó.
El ex contralor dijo que fue honor encabezar la primera Contraloría General constitucional con autonomía técnica y de gestión en un órgano autónomo e informó que tuvo la responsabilidad de materializar jurídica y estructuralmente el establecimiento de una unidad administrativa con autonomía en su actuar, pero siempre con una relación de respeto, sin subordinación, frente a los órganos de dirección del INE.
“Puedo afirmar como misión cumplida la responsabilidad que me fue conferida encabezando un órgano interno de control sólido y consolidado”, dijo.
Durante los 11 años de su gestión, el contralor hizo diversas observaciones por el crecimiento desmedido de la autoridad electoral, y exigió un gasto más austero y eficiente del instituto.
Gregorio Guerrero Incluso se opuso a la pretensión de los consejeros electorales para que durante la transición de IFE a INE aumentaran sus percepciones, como una forma de homologarlas a las que recibe el Poder Judicial.
El ex contralor evidenció las irregularidades en la compra de uno de los edificios adquiridos por el el instituto; el inmueble quedó deshabitado durante casi un año luego del sismo del 19 de septiembre de 2017.
OVM