Resiste la oposición en el Congreso a la 4T

AMLO, 100 días

Mayoría aplastante. La relación tensa entre Morena y las demás fuerzas ha terminado con reproches y desencuentros.

AN acusa al Presidente de regañar a los legisladores de manera continua. (Ilustración: Arturo Black Fonseca)
Fernando Damián y Angélica Mercado
Ciudad de México /

La máxima de otros tiempos, quizá nunca consumada en su totalidad, dista de la realidad en la cuarta transformación, en la que la disparidad de fuerzas entre el Presidente y el Congreso de la Unión ha sido evidente. La oposición ha vivido 100 días entre reproches y desencuentros, con pocas posibilidades de resistirse a una mayoría aplastante, casi asfixiante, de Morena.

​La oposición ha logrado unirse en unos pocos momentos como en las enmiendas sobre fuero, consulta popular y revocación de mandato. En otros, se ha sumado a la ola morenista: en la Cámara de Diputados y el Senado se aprobaron casi por unanimidad la Guardia Nacional y se avalaron por mayoría las reformas constitucionales en materia de extinción de dominio y prisión preventiva de oficio.

Más aún, la oposición en su conjunto mantiene impugnadas ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación la Ley de Remuneraciones que impide a los servidores percibir un sueldo superior al del Presidente de la República, así como las reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública para crear la estructura de superdelegados del gobierno federal.

En ese contexto y después de innumerables protestas en la tribuna del Palacio de San Lázaro, legisladores de PRI, PAN y PRD cuestionan las formas del presidente Andrés Manuel López Obrador, rechazan el avasallamiento de la mayoría encabezada por Morena y, al menos en el Senado, intentan ser un dique contra la pretensión de imponer las reformas constitucionales de la llamada Cuarta Transformación.

La relación es tensa. En San Lázaro, Juan Carlos Romero Hicks, del PAN, acusa al Presidente de regañar y descalificar a los legisladores de manera continua. Dulce María Sauri, del PRI, dice que la relación es difícil entre ambas partes. En el Senado, Miguel Ángel Mancera, del PRD, admite que el único canal de comunicación que tiene la oposición es Ricardo Monreal, el coordinador morenista.

Con los demás senadores, nada. O poco.

Pero está el otro lado de la historia. Monreal, y el presidente del Senado, Martí Batres, destacan que aun cuando “las cosas no son fáciles”, la cámara ha sacado adelante la agenda presidencial con más de ocho importantes reformas y prácticamente todos los nombramientos propuestos.

Batres califica al Senado de cámara “colaborativa” que se ha manejado con autonomía y respeto en su relación con el Ejecutivo.

Y Monreal remata: “Hay de todo en la viña del señor. A veces las cosas no son tan fáciles, hay diferencias, puntos de vista encontrados, pero respeto indiscutible entre el Senado el Presidente de la República, con una real división de poderes”.

​El líder de los diputados federales de Morena, Mario Delgado, definió igualmente la relación del Legislativo con López Obrador como institucional y muy respetuosa, y remarcó las principales diferencias que a su juicio existen con respecto al pasado reciente.

“Creo que, en sexenios anteriores, pues había una relación de absoluta sumisión y también había, digamos, pactos inconfesables entre distintos grupos parlamentarios, muchas veces para sacar reformas que perjudicaron a México; la gran diferencia ahora es que se están haciendo reformas en favor de nuestro país”, señaló el legislador.

​RLO

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