El ex candidato presidencial Ricardo Anaya criticó que el presidente Andrés Manuel López Obrador no muestre seriedad al referirse a las masacres y a la violencia en México cuando el número de homicidios es el más alto en 20 años a consecuencia de "la farsa del populismo y las formulitas simplonas".
En su video semanal, cuestionó que el Presidente haya hecho referencia con una risa a la portada de un medio de comunicación que destacaba las masacres en el país, pues consideró que muestra poca seriedad en el tema.
"¿Viste la reacción de López Obrador hace unas semanas sobre las masacres? Se da a conocer que en lo que va de este año han ocurrido 45 masacres, es decir, 45 casos en los que han asesinado a sangre fría a cinco o más personas. Y esto ha pasado ya en 20 estados del país. Yo no entiendo la reacción del Presidente, ¿de qué se ríe el presidente?", cuestionó.
Sostuvo que los homicidios tienen las cifras más altas de los últimos 20 años, que la delincuencia está desatada, que cada vez es mas frecuente el cobro de puso y cada dos segundos se comete un robo en México. Además de los feminicidios y la violencia contra las mujeres.
Reconoció que aunque la violencia no comenzó con este gobierno, "sí sostengo es que por la falta de estrategia del gobierno, las cosas se están poniendo cada vez peor. Otra vez, la gran mentira, la farsa del populismo es que los problemas complejos como este, se pueden resolver con formulitas simplonas".
Y señaló que el gran problema es que los delincuentes le han tomado la medida con este tipo de planteamientos como los abrazos, no balazos "que es una ocurrencia verdaderamente absurda", o ir a saludar a la mamá de Joaquín El Chapo Guzmán en Badiraguato o liberar a Ovidio Guzmán.
Además de que la "insistencia terca en la militarización" ante la falta de una estrategia, claramente no ha funcionado, por lo que enlista como lo hace en su libro lo que considera como las claves para acabar con la violencia que comienza con terminar con la impunidad y crear una estrategia inteligencia, de mucha perseverancia, disciplina y orden en la ejecución; tener policías y ministerios públicos capacitadas; apostarle a la prevención y sobre todo a la readaptación social.
"Si los gobiernos, las fiscalías, el Poder Judicial, siguen sin hacer bien su chamba, por ineptitud o por falta de recursos o por corrupción, pues los delincuentes se siguen saliendo con la suya. Es una historia de nunca acabar. Por eso los especialistas lo explican como un círculo vicioso.
"Y el problema no termina ahí. Hay factores estructurales que lo refuerzan aún más: la desigualdad extrema, la pobreza, especialmente la urbana, el desempleo", añadió.
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