Ricardo Anaya afirmó que desea que Joe Biden le gane a Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos por el bien de México y del mundo. Además, acusó que la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador podría ayudar al actual mandatario estadunidense.
"Por el bien de México, de Estados Unidos y francamente del mundo, deseo que Biden derrote en Donald Trump en su intento de reelección; ha dicho que somos criminales y violadores", dijo.
Recordó la visita de López Obrador a la Casa Blanca en su única salida al extranjero y acusó que Trump lo invitó porque "le urgía" utilizar en su campaña electoral la visita de un presidente de México para obtener el voto de los latinos, quienes "se sienten insultados".
"Dudo muchísimo que pase, pero sería una vergüenza haberle ayudado a Trump a ganar", afirmó.
Aseguró que Trump se ha dedicado los últimos cuatro años a insultar y humillar a los mexicanos, impulsando la construcción del muro fronterizo, deportando a miles de migrantes y cometiendo la "bajeza moral" de separar a los niños de sus padres y encerrarlos en celdas.
Recordó que la única ocasión en que el presidente López Obrador ha salido del país en visita oficial fue para acudir a la Casa Blanca, declarando algo que es claramente una contradicción y una mentira: "Por eso estoy aquí, para expresar al pueblo de Estados Unidos que su presidente se ha comportado hacia nosotros con gentileza y respeto".
Por lo que afirmó que el 3 de noviembre de 2020 será una fecha crucial, "es el día en que los electores estadunidenses tendrán la oportunidad de echar de la Casa Blanca a un populista y demagogo. Por el bien de México, de Estados Unidos y del mundo, espero que así suceda y que podamos empezar a escribir una nueva página de respeto, colaboración y prosperidad compartida".
En un nuevo video por la promoción de su libro El pasado, presente y futuro de México, resaltó que las contradicciones de López Obrador van más allá, pues se ha mostrado muy "valiente" para exigir a España y al Papa que pidan disculpas por la Conquista de hace 500 años, pero no ha dicho nada ni mucho menos le ha exigido a Trump alguna reparación por el hecho de que, hace menos de 200 años, Estados Unidos se apoderó de más de la mitad del territorio mexicano.
Sostuvo que "las relaciones entre México y Estados Unidos han dejado muy hondas cicatrices, pero al mismo tiempo presentan grandes oportunidades para el futuro. La pregunta central que hoy debemos hacernos es: ¿dónde queremos poner el acento? ¿En las cicatrices del pasado o en un futuro que puede ser prometedor?".
Tras la pausa de casi dos semanas que lo tuvo en aislamiento por haber dado positivo a covid-19, el ex candidato presidencial del PAN retomó los videos de difusión de su libro, capítulo en el que abordó la relación México y Estados Unidos.
Respecto al tema migratorio, opinó que "tenemos que dejar de ser el muro de Trump, usando a la Guardia Nacional para detener la migración centroamericana. Necesitamos transitar a una política centrada en la migración ordenada y en condiciones humanas, más que en la persecución y las deportaciones".
Además, "en seguridad, urge un trabajo mucho más coordinado" y no solo entre las fuerzas de seguridad, sino especialmente en materia de política de drogas y de tráfico de armas. Sobre el comercio, recordó que México es hoy "el segundo mayor comprador del mundo de productos estadunidenses. Les compramos más que Japón, Alemania y el Reino Unido sumados, incluso más que China". Por lo tanto, lo que necesitamos dejar claro es que "nosotros somos un aliado valioso y un socio confiable".
Apuntó que la relación con Estados Unidos "requiere prudencia, pero que nadie se confunda, la prudencia no es cobardía ni temor, sino reflexión para tomar la mejor decisión. Y sobre todo, la relación nos exige actuar siempre con dignidad. Porque quien pretenda ser respetado debe comenzar por respetarse a sí mismo".
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