El líder parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira, dijo entender la preocupación del clero por la violencia del crimen, pero advirtió que “con el diablo no se pacta”, luego de que cuatro obispos de la Iglesia Católica en Guerrero sostuvieron reuniones con jefes del narcotráfico en busca de una tregua.
Moreira sostuvo que, en Guerrero, el Estado se rindió ante el crimen, aun cuando los políticos tienen la misión de combatirlo sin pretextos.
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En un mensaje en redes sociales, el legislador insistió en su llamado a rectificar la política de abrazos a los delincuentes.
“En Guerrero, el Estado se rindió ante el crimen. Entiendo la preocupación de la Iglesia, pero con el diablo no se platica ni se pacta. Los políticos tenemos que enfrentar nuestra misión: combatir al crimen sin pretexto. México tiene las capacidades para derrotar a la delincuencia. No más abrazos”, puntualizó.
El obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González, confirmó las reuniones del clero con líderes criminales de Guerrero para negociar una tregua.
Dichos encuentros fueron del conocimiento y contaron con el aval del papa Francisco.
LP