Dentro de la sequía que azota a Nuevo León, el gobernador Samuel García Sepúlveda aseguró que debido a la “vieja” Constitución que existe en el estado no puede arreglar los problemas del agua que vive la entidad.
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Esto, dijo, porque todo lo referente a las soluciones o medidas le corresponde a la Federación, a través de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) tomar las decisiones.
“Cuando queremos arreglar el tema del agua resulta que no puedo, no se puede arreglar el tema del agua, dependo de Conagua, Conagua decide cuántos metros cúbicos le corresponden a Nuevo León, Conagua decide cuando abren la puerta de El Cuchillo.
“Conagua decide si puedo o no abrir pozos, Conagua decide qué pozos privados pueden sacar agua, y el Estado, según la Constitución actual, solamente puede hacer tareas de promoción y buen uso, cómo arreglo el tema del agua si dependo de la Federación”, enfatizó.
Por ello, en su discurso en la rueda de prensa del martes 22 de febrero en Palacio de Gobierno, el mandatario estatal enfatizó que como está hoy la Constitución del Estado genera muchos conflictos sociales.
En temas, agregó, como desarrollo urbano, vialidad, movilidad, baches, convenio fiscal, calidad del aire o medio ambiente.
En desarrollo urbano, precisó, “la mitad de los edificios de la ciudad se deben a juicios o amparos, o demandas de nulidad, porque la Constitución es ambigua y la Ley la contradice.
“Y ahí tenemos todo San Pedro lleno de amparos y edificios irregulares”.
Otra problemática, afirmó, es la relacionada al transporte de carga que circula por el estado.
“Cuando queremos poner en medida al transporte de carga se amparan porque la Constitución está vieja, y ahí tenemos todas las calles destrozadas, llenas de baches”.
A decir de García Sepúlveda, hay en Nuevo León un sentido de urgencia para que antes de que concluya el año 2022 la entidad cuente con una nueva Constitución local.