Aun cuando 20 por ciento del estado de fuerza policial en México se integra por mujeres, aún falta mucho camino para alcanzar condiciones de igualdad y demostrar el potencial que ellas pueden aportar a esta función, afirmó Olga Sánchez Cordero, presidenta de la Comisión de Justicia del Senado de la República.
En vísperas del Día Internacional de la Mujer, la legisladora de Morena subrayó que, en los últimos 43 años, la población femenina ha abierto espacios antes vedados por la cultura patriarcal, como lo evidencia el mando de Rosa Icela Rodríguez al frente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y de Clara Luz Flores en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Durante el foro “Creadoras de Paz: Perspectivas de Género en Instituciones Policiales” celebrado en la Cámara de Senadores, Sánchez Cordero señaló que si bien las mujeres tienen hoy una activa y destacada participación en las fuerzas policiales de los tres órdenes de gobierno, hasta hace un par de años reportaban piropos inofensivos, insinuaciones y solicitudes sexuales, insultos, manoseos o tocamientos y todo tipo de violencias dentro y fuera de algunas instituciones.
En su turno, la subsecretaria de Desarrollo Institucional de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Marcela Figueroa, indicó que actualmente los policías se preparan juntos y poco a poco van ganando su lugar las mujeres policías.
“Las dos terceras partes de las mujeres policías son mamás y la mitad son jefas de familia, madres solteras. Ser mando operativo de la policía requiere de 24 horas, los siete días de la semana, y estar al frente de la familia es muy difícil, y de ahí que las manden a cuestiones administrativas, pero no es porque quieran”, detalló.
Al hacer un diagnóstico de la mujer policía en México, reveló que los chalecos de los policías hasta hace tres años eran diseñados para hombres, por lo que se requerían equipos para mujeres debido a sus características, pero fue hasta 2020 que se confeccionaron.
Adicionalmente se adquirieron escudos para ellas, pues los que se tenían eran muy grandes y pesados, y también cambió la instrucción que se tenía de que si llegaba una mujer a la corporación, lo primero que tenía que hacer era cortarse el cabello y dejarlo como casquete corto.
“¿Y cuándo le preguntábamos a los mandos de la Universidad de la Policía por qué se tenían que cortar el cabello las mujeres?, ellos respondían ‘¿qué, no querían ser iguales?’, o ‘van a gastar mucha agua y van a tardar mucho en arreglarse’, pero eso ha cambiado”, sostuvo la funcionaria.
LG