“Practico box, tengo buena sazón y salgo de antro con mis sobrinas”

Entrevista | SASIL DE LEÓN

La coordinadora del PES en el Senado forma parte de una familia de nueve hermanos y es trilliza, y aunque creció, estudió e hizo muchas travesuras con sus hermanas, nunca intercambió novios.

Sasil de León: “Tras el levantamiento en armas del EZLN, vi todas las injusticias que se vivían en Chiapas”. (Especial)
Silvia Arellano
Ciudad de México /

Pocos saben que Sasil de León tiene ocho hermanos y es trilliza. A la coordinadora del grupo parlamentario de Encuentro Social en el Senado la relaja practicar box y cocinar; tiene buena sazón, le gusta la comida casera y prepara platillos de su estado natal, Chiapas, pero solo con receta.

De León es la primera mujer en coordinar a un grupo parlamentario en la Cámara alta durante la cuarta transformación y su bancada está conformada por cinco legisladoras, el mínimo que marca la ley. Su partido perdió el registro nacional hace unos meses.

Recuerda que durante su adolescencia en San Cristobal de las Casas atestiguó el surgimiento del movimiento zapatista, que la hizo voltear a ver todas las injusticias que se vivían en la zona indígena de los altos de Chiapas.

¿Qué es lo que más disfruta?

Visitar a mi familia, hacer ejercicio, box; también cocinar, me relaja y creo que tengo buen sanzón.

¿Y qué cocina?

Todo hijo piensa que su mamá es la mejor cocinera, yo tengo la fortuna de tener a una mamá con una sazón muy rica y desde ahí mi gusto por la gastronomía. Me gusta porque me relaja, me distrae; sé hacer sopas y pollos horneados, sobre todo en diciembre.

¿Hace platillos tradicionales?

De Chiapas no sé hacer muchos, más bien caseros, pero tampoco creo que se me dificulte con una buena receta.

¿Su platillo favorito?

Los tamales chiapanecos de elote, son dulces y se combinan con queso y crema.

¿Qué la marcó en su adolescencia?

En 94, cuando estaba en secundaria, me tocó el movimiento zapatista en San Cristóbal, me di cuenta de lo que se volvió mi estado para el país y para el mundo, todas las injusticias que se vivían en la zona indígena de los altos de Chiapas.


¿Qué está leyendo? «‘Lo mejor de ti’, de Joel Osteen».


¿Cómo es su familia?

Como las de Chiapas, somos muy unidos y siempre pasamos Navidades y Día de las Madres juntos. Estoy muy orgullosa de mi familia y me gusta mucho estar con ellos cuando puedo. La mayor parte vive en Chiapas.

¿Quiénes integran su familia?

Somos nueve hermanos, cuatro hombres y cinco mujeres. El más grande tiene 47 años y la más chiquita 30, además de mi mamá y mi papá. Tengo la bendición de ser trilliza, tengo dos hermanas con quienes comparto el nacimiento, desde ese entonces hasta ahora estamos juntas.

¿Qué travesuras hacía con sus hermanas?

Muchas. Las trillizas crecimos juntas, fuimos a la primaria y secundaria en San Cristóbal; hacíamos muchas cosas en el parque. Ninguna está casada y nos dedicamos a hacer distintas cosas. A una le gustan mucho los caballos, entonces tiene la intención de poner una escuela, y la otra es psicóloga.

¿A qué jugaba cuando era niña?

Como soy trilliza nos prestábamos las muñecas: a la casita, juegos de mesa, damas inglesas, ajedrez, damas chinas; tuve una infancia muy bendecida gracias a Dios, con mucha compañía, no tenía que estar buscando amigas en otro lado, porque ya las tenía en mi casa, venimos en paquete.

¿Los maestros las confundían?

No, no nos parecemos tanto físicamente, no somos idénticas.

¿Entonces no intercambiaron novios?

¡No!, nada, jajaja. Ni pasar copias ni nada.

¿Y con quién de sus hermanas se lleva mejor?

Con las dos, nos platicamos todo; aparte de hermanas, somos amigas, cómplices; la mayor parte del tiempo siempre estábamos juntas… estudiamos juntas hasta que cada quien decidió su carrera en la universidad.

¿Practica algún deporte?

Tengo cerca de ocho meses en box, y cuando puedo aquí en Ciudad de México tomo una clase de 50 minutos, es mucho cardio, mucha fuerza.

¿El box tiene similitudes con la política?

Quizás, en la resistencia.

También de golpes, ¿no?

También, recibimos menos de los que damos.

¿Qué es lo primero que hace cuando llega a Chiapas?

Visitar a mi mamá y a mi papá, los disfruto mucho. Mi papá es un buen consejero y siempre estamos hablando de política, visito a mis hermanos y sobrinas.

¿Qué ha dejado de hacer para estar donde se encuentra?

Convivir con mi familia, es lo que me gusta y disfruto. Me duele dejar de convivir con ellos.

¿Qué música escucha?

El mariachi me gusta mucho, el pop; soy más de música de mis sobrinas, tienen 18 y 19 años.

¿Se va con ellas a los antros?

A veces en San Cristóbal.

¿Solo su papá y usted son políticos?

Toda mi familia. La política ha sido siempre el tema de sobremesa. No pensé que me iba a meter en ella, pero así es el destino y las circunstancias, pero estoy muy contenta de poder servir a mi estado.

Entonces, ¿qué quería ser?

Estudié Relaciones Internacionales, siempre me vi como diplomática, no como funcionaria pública.

¿Le gustaría dedicarse a otra cosa?

Estoy muy contenta, no me desagrada lo que hago; al contrario, desde que inicié hace ocho años ha sido muy satisfactorio brindar mi ayuda a los demás, ha sido muy satisfactorio estar para las mujeres y hombres de Chiapas.

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