El tramo de la Línea 12 del Metro que colapsó el pasado 3 de mayo, el cual dejó un saldo de 26 personas muertas, fue sometido a una sobrecarga durante la rehabilitación de 2015, mientras que el sismo de septiembre de 2017 provocó daños a su sistema estructural, aseguró el despacho Colinas de Buen S.A de C.V.
“Este sistema merced a que fue sometido a una sobrecarga (2015) presentó una deformación que rebasó los límites elásticos del material del que fueron fabricados. Debido a esta situación las tres trabes se reforzaron con placas del mismo material, de tal forma que las trabes deformadas únicamente sirvieron de cimbra”, concluyó el dictamen de dicha firma de ingeniería, obtenido por MILENIO.
Destacó que después del sismo del 19 de septiembre de 2017 de magnitud 7.1, se presentaron una serie de daños a este sistema estructural, tales como:
- Fuerte deformación y grietas de los neoprenos del apoyo móvil en el cabezal de la columna 41.
- Fragmentación y eliminación del concreto en las zonas de los topes sísmicos y corrimiento de los mismos, con la consiguiente pérdida de la holgura.
- Deformación adicional de tres centímetros en las trabes ya reforzadas.
Tras el dictamen, Colinas de Buen propuso “cambiar los neoprenos de las tres trabes por otros nuevos con las mismas características originales, y ampliar en 20 centímetros los extremos de las trabes del apoyo 41 para tener un mayor apoyo del 100 por ciento de las mismas en los neoprenos”.
Grupo IPISA y el Colegio de Ingenieros Civiles avalaron la construcción de la Línea 12.
El Grupo de Integración de Procesos de Ingeniería SA de CV (Grupo IPISA) aseguró que el proyecto estructural y geotécnico de la Línea 12, cumplió con los requisitos, así como con la normatividad aplicable y enlistada en el contrato del consorcio, tras la revisión y verificación de las memorias de cálculo y de los planos.
“Esta supervisión considera que desde el punto de vista del proyecto, realizado acorde con los requisitos de seguridad, indicados en los reglamentos aplicables vigentes, no hay riesgo en la estabilidad de estas estructuras que impidan su puesta en operación”, aseguró la consultoría mexicana de ingeniería civil, cuya opinión fue solicitada en septiembre de 2012, por la entonces dirección general del Proyecto Metro.
Dos años después, en mayo de 2014, el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM) descartó que el origen de la problemática de la Línea 12 del Metro haya tenido relación con el proyecto de ingeniería civil.
En el informe que le entregó a la comisión investigadora de la Línea dorada de la entonces Asamblea Legislativa del Distrito Federal, el CICM concluyó que la obra cumplió con:
- Reglamento de construcciones para el Distrito Federal
- Normas técnicas complementarias
- Normas particulares internacionales para puentes
- Normas para cargas vehiculares de la SCT
- Manual de diseño de obras civiles de la CFE
dmr