En su momento fue un símbolo que, desde Paseo de la Reforma y muy cerca de Insurgentes, marcaba el ascenso del panismo a las cúspides del poder.
Esa Torre Azul llegó al PAN como un regalo de Diego Fernández de Cevallos, quien la compró en 88 millones de pesos y donó en 2002, dos años después del triunfo de Vicente Fox en las elecciones, justo enfrente de lo que sería el Senado para albergar a la bancada más grande de legisladores que hubiera tenido ese partido en dicho recinto legislativo.
Veinte años después, otra vez es símbolo, pero del cambio de tiempos para el panismo. Hoy el inmueble está en el abandono porque los legisladores y la Fundación Humanismo Político del PAN no cuentan con los recursos para sufragar los gastos de mantenimiento.
La austeridad que llegó en 2018 provocó que el Senado y las fracciones parlamentarias dejaran de arrendar inmuebles como la Torre Azul, que desde hace cuatro años se encuentra desocupado; sin embargo, ha resultado una carga económica para el grupo parlamentario del PAN que sigue desembolsando recursos para su mantenimiento y aún no logra que se rente.
Como señal de los tiempos, desde hace unas semanas el edificio ubicado frente al Senado, propiedad de la Fundación Humanismo Político, asociación civil a fin al PAN, se encuentra cercado para evitar algún destrozo por las marchas que pasan por Paseo de la Reforma y también para que algún grupo de personas lo puedan invadir. Tiene alambre de púas y sus puertas están encadenadas.
De acuerdo con senadores del PAN consultados por MILENIO, la torre resulta una carga económica. Aunque los legisladores dijeron desconocer el monto exacto de lo que se eroga para su mantenimiento, señalaron que por lo menos se pagan alrededor de 50 mil pesos mensuales, recursos que salen de la bancada panista.
En el colmo de la ignominia para un proyecto que contempló dotar al panismo de una sede desde la cual operarían las grandes transformaciones legislativas que acompañarían a su proyecto de Estado, la torre ahora está en renta.
Símbolo del PAN, a 25 dólares el metro cuadrado
De acuerdo con la página Inmuebles24.com aparece que el edificio (Reforma e Insurgentes) está en oferta, con 4 mil 500 metros cuadrados total, 4 mil 500 metros de construcción, 19 años de antigüedad y “$25 Dlls por M2 ya con mantenimiento”.
En la página de la inmobiliaria establece que se renta el edificio completo, el cual cuenta con 20 pisos y 4 mil 500 metros cuadrados; es decir, tendría un costo aproximado de 2 millones 250 mil pesos. Además, cuenta con 291 metros cuadrados del piso 4 al 18, por lo que se pagaría una renta de cerca de 145 mil 500 pesos.
Entre las características mencionadas en el portal, cuenta con entrada principal para trabajadores y clientes, recepción en planta baja, lobby, piso de comedor para 60 personas, cocina industrial, piso de sala de juntas, cuatro elevadores de servicio, elevadores panorámicos para clientes y trabajadores, PH piso 19 oficina master dos pisos, auditorio para 95 personas el cual se renta por evento y no cuenta con estacionamiento (muebles no incluidos en la renta).
El principio del fin para el sueño de una sede legislativa inició en 2018, con la llegada de Morena al poder y tras decretarse una serie de medidas de austeridad que quitaron al panismo la posibilidad de seguir manteniendo la friolera de edificio. Fue entonces que no se renovó el contrato que ascendía a 8.9 millones de pesos anuales por 11 pisos de la Torre Azul que rentaba la bancada de Acción Nacional desde 2011.
Hoy, si usted quiere una oficina que tenga vista al Senado y se halle cerca del centro de la Ciudad de México, ya tiene a donde ir: a los restos del sueño panista que tuvo Diego Fernández de Cevallos una generación atrás.
JLMR