Tratantes de personas acechan a niños para engancharlos desde videojuegos en línea

El modus operandi de los tratantes es encontrar sus vulnerabilidades, que pueden ser económicas, afectivas o psicológicas, y usarlas a su favor para engancharlos.

Videojuegos (Shutterstock).
Adyr Corral
Ciudad de México /

Tu hijo está en su cuarto y decide jugar el videojuego que tanto le gusta después de terminar los deberes. Lo que parece un tranquilo momento de esparcimiento podría, en realidad, esconder un oscuro capítulo en la vida familiar.

Y es que, de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), se ha detectado que los tratantes de personas están al acecho de menores de entre 11 y 16 años de edad a través de videojuegos con multijugador en línea, donde pueden eludir la supervisión de un adulto y de las propias autoridades— para atacar.

De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante todo 2021 se registraron 744 víctimas de trata de personas en total bajo todas las modalidades incluyendo, por supuesto, la de enganche a través de videojuegos. Y de enero a mayo de lo que va de 2022, la cifra ya se colocó en 397 víctimas.

“Algo muy interesante que hemos visto son las plataformas de videojuegos en internet en donde juegan de manera colaborativa con distintas personas, pero nunca sabes con quién estás jugando (...) Faltan cifras, pero de lo que hemos visto, leído, analizado son niñas y niños de entre 11 y 16 años”, reveló a MILENIO el titular del Área de Crimen Organizado y Drogas de la UNODC en México, Mario Cordero.

Los jugadores de este tipo de videojuegos (niños o no) nunca saben bien a quién tienen del otro lado de la pantalla. Los tratantes, en cambio, saben muy bien lo que están haciendo cuando encuentran a una víctima potencial. Su modus operandi es encontrar sus vulnerabilidades, que pueden ser económicas, afectivas o psicológicas, y usarlas a su favor para engancharlas.

Usualmente este enganche, explicó Cordero en entrevista con este diario, se hace con fines de explotación sexual.

“Justo a través de compartir imágenes de material de abuso sexual infantil, sobre todo está orientado a eso pero también puede derivar en el uso de menores en actividades ilícitas, como narcotráfico… como ser un halcón”.

Atacan de manera despiadada. Encuentran una debilidad, algo que hace vulnerable a su víctima, no importa si es una niña o un niño que no pasa de los 11 años, y lo exprimen hasta las últimas consecuencias.

Utilizan algo que pueda ser de su interés para engancharles. Puede ser una aspiración material a la que no tienen acceso económico o una necesidad afectiva no resuelta, pero si la víctima muerde el anzuelo, por ejemplo, enviando una fotografía a su victimario, no hay vuelta atrás.

“Cuando me refiero a enganche, no me refiero a una captación física, me refiero a esta captación psicológica, psicoafectiva. Usualmente se asocia la trata de personas a seres humanos que están encadenados, pero esta figura no es tan correcta en el sentido de están encadenados pero de una manera psicologica, hay una coherción”, explicó el titular del Área de Crimen Organizado y Drogas de la UNODC en México.

Todo empieza porque en este tipo de videojuegos en internet se generan chats donde los usuarios pueden interactuar de manera inmediata mientras comparten una partida. Algunos, incluso, son por llamadas.

“Luego hay cierta afinidad con algunas personas y entonces luego se pasan el (número de) WhatsApp o dentro del mismo chat del videojuego empiezan a solicitar más información: ‘Ah, bueno, ¿cuántos años tienes? ¿Con quién vives?’. Y, entonces, uno empieza a soltar esa información como en una conversación normal”, detalló el experto.

Así, de poco a poco, los tratantes van obteniendo más datos y van identificando cuáles son estas vulnerabilidades o estas necesidades de sus potenciales víctimas. La trampa está en que, mientras estudian cómo lograr la coerción de los menores, actúan como si fueran sus amigos.

Por ejemplo, si navegando por las plataformas digitales se encuentran a una niña o un niño que vive en un hogar con violencia familiar o en donde sus necesidades no están siendo cubiertas, los tratantes muchas veces ofrecen cosas que son atractivas.

Utilizan frases como: “No, no te preocupes, yo sí te voy a dar el celular que tu papá no te quiere dar” o “No, pues, tú quieres ser modelo, claro, ¡yo te puedo conectar! Mándame una foto”.

Tratantes "canzan" y "pescan" en internet

De acuerdo con la información en posesión de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, se ha podido identificar al menos dos tipos diferentes de estrategias de los tratantes de personas que buscan a sus víctimas a través del internet.

La primera de las dos principales estrategias que los tratantes están implementando se llama "caza". En esta de manera activa están buscando personas en redes sociales o en cualquier tipo de plataformas, como los videojuegos con multijugador en línea, para engañar a sus víctimas.

Primero fingen ser un usuario más para generar confianza. El siguiente paso es identificar la debilidad de su víctima y abusar de esta situación de vulnerabilidad. Esto puede ser, según la UNODC en México por ejemplo, enamorando falsamente a una menor de edad, para después, de manera ventajosa, pedirle fotografías o imágenes de índole sexual, que después son vendidas a distintos clientes.

“¿Qué nos dice esto? Los tratantes están operando desde un lugar, pero explotando a varias víctimas en distintos lugares sin siquiera tener que salir de casa”, acotó Cordero al hablar sobre el tema.

Unos cazan a sus víctimas y otros las “pescan”. Esta estrategia para captar personas a quien explotar económicamente consiste en tender una red (por eso el nombre en referencia a pescar) que resulta una trampa.

Por ejemplo, una falsa oferta de empleo o un premio fraudulento. El chiste está en hacer promesas falsas que logren llamar la atención de las víctimas que se acercan solas presas de sus vulnerabilidades.

“Por otra parte, hay una estrategia llamada ‘pesca’ donde más bien dejan ciertos mensajes, por ejemplo, anuncios de promesas falsas de empleo y esperan a que las personas contesten o interactúen y entonces ya se empieza un enganche activo. Se va dando una dinámica donde se puede usar enamoramiento o abuso de poder”, detalló Cordero.

Ambas modalidades, en especial las que tienen por fin la explotación de menores de edad, se han precipitado en gran medida por la emergencia sanitaria provocada por la covid-19, que obligó a todos a encerrarse en casa y convivir más por medios digitales.

“Hay un incremento de casos en donde las personas, derivado también de covid-19, se conectaban más a internet y entonces esto hizo que estuvieran también más expuestas a ser engañadas o a interactuar con otras personas que finalmente desconocen quién está del otro lado de la pantalla”, subrayó Cordero.

El mejor escudo es la prevención. Prevenir situaciones de vulnerabilidad y estar al pendiente del contenido y los lugares a los que los menores de edad accdeden en línea es clave para combatir estas modalidades de trata de personas que pueden ocurrir, desapercibidas, en la comodidad del hogar.

“Es muy importante todo el tema de prevención que se puede hacer con los propios padres y madres de familia, con los profesores y profesoras, y con los propios niñas y niños que muchas veces desconocen siquiera que están en riesgo”, finalizó el experto.

EHR

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