Uso de biofertilizante aumenta utilidad para agricultores de cebada en industria cervecera

Biofábrica Siglo XXI tuvo acercamiento con el asesor técnico regional de la empresa líder en el mercado mexicano y mundial, Grupo Modelo, para dar seguimiento al cultivo y evaluar resultados cuantitativos y cualitativos de la producción de cebada.

Otro aspecto relevante es que la calidad del grano se mantuvo. | Especial
Ciudad de México /

Para demostrar la eficacia de los biofertilizantes en el cultivo de cebada destinada a la industria cervecera, la empresa Biofábrica Siglo XXI estableció parcelas del grano en el estado de Zacatecas, en la que logró disminuir en 50 por ciento el uso de agroquímicos y en 20 por ciento los costos de producción, así como aumentar en 5 por ciento el rendimiento del grano contra el cultivo convencional.

Biofábrica Siglo XXI tuvo acercamiento con el asesor técnico regional de la empresa líder en el mercado mexicano y mundial, Grupo Modelo, para dar seguimiento al cultivo y evaluar resultados cuantitativos y cualitativos de la producción de cebada con el uso de bioinsumos.

Así estableció una parcela en Zacatecas, con el paquete tecnológico recomendado por la firma cervecera y el mismo tratamiento, pero con la mitad de la dosis del fertilizante recomendado, aplicando biofertilizantes, estos son microorganismos benéficos que fijan nitrógeno atmosférico, solubilizan nutrientes del suelo, estimulan la producción de fitohormonas y controlan patógenos.

De acuerdo con Marcel Morales Ibarra, experto en bioinsumos y director de Biofábrica Siglo XXI, en el tratamiento con biofertilizantes, a diferencia de la recomendación de técnicos del Grupo Modelo de hacer el tratamiento con fertilizante a la siembra, éste se realizó un mes ­­después, una vez desarrollado el sistema radicular, lo cual permite aprovechar más la fertilización química.

Al final del ciclo, el personal técnico del Grupo Modelo y de Biofábrica Siglo XXI hallaron que la siembra convencional registró un rendimiento de 5.6 toneladas por hectárea (t/ha); mientras que en el tratamiento con 50% de la fertilización más los biofertilizantes fue de 5.9 t/ha; es decir un incremento del 5%.

Indicaron que lo más sobresaliente fue el análisis de costos de producción, donde el convencional tuvo un costo de 21 mil 800 pesos por hectárea y con el biofertilizante de 17 mil 800 pesos, es decir, los costos de producción disminuyeron 20%, respecto al convencional.

“El resultado fue una utilidad neta del productor de 10 mil 200 pesos por ha en el testigo, frente a 15 mil 800 pesos con biofertilizante, lo que se traduce en un incremento del ingreso neto del productor del 55%, lo que hace más atractivo el cultivo de la cebada frente a otros cultivos”, indica la empresa.

Calidad de grano se mantuvo 

Otro aspecto relevante es que la calidad del grano se mantuvo. En ambos casos se recibieron 520 pesos por tonelada como sobreprecio, es decir no hubo deterioro de calidad que demanda la industria.

En el cultivo se empleó la variedad Abi Voyager, de dos hileras, que tiene características más favorables para la industria de la cerveza, pero el inconveniente de que su ciclo vegetativo es de 20 a 30 días mayor que la tradicional de seis hileras. Sin embargo, en la parcela, con biofertilizantes, esta variedad registró un acortamiento del ciclo vegetativo, lo que disminuyó dicha desventaja.

Tampoco fue necesaria la aplicación de insecticidas, ya que no se registró presencia del pulgón, al mismo tiempo la vida microbiana del suelo se incrementó 10 veces respecto al testigo; los grupos funcionales de bacterias (fijadoras de nitrógeno, solubilizadoras de fósforo, estimuladoras de crecimiento) aumentaron en igual o mayor proporción, así como la estabilidad de agregados del suelo –que permite retener más agua y nutrientes– se incrementó en cerca del 20%.

Aunado al mejoramiento de la vida microbiana del suelo y de su estructura, se registraron incrementos en producción de glomalina y otros elementos, que posibilitan mayor secuestro del carbono atmosférico por el suelo.

El director de Biofábrica Siglo XXI considera que en un esquema de formación de proveedores de la agroindustria, ésta tiene que voltear a nuevos paradigmas de producción, como es el uso de la biotecnología, que permitan hacer más atractiva la agricultura a los productores proveedores, desde el ámbito productivo y de rentabilidad, sí; pero también desde la óptica sustentable.

La aplicación de estas tecnologías basadas en bioinsumos son importantes para que el abasto de cebada siga siendo nacional y no transiten el camino de otras grandes agroindustrias mexicanas, como las procesadoras de maíz, trigo o sorgo, que cada vez incrementan más su proveeduría del exterior, reflexiona Marcel Morales.

En México, la industria cervecera se ha colocado como la exportadora más grande del mundo, con más de 3 mil millones de litros anuales y la perspectiva de incrementarse en 50% para los próximos 10 años, para lo cual se requiere aumentar la producción nacional de cebada maltera, en forma sustentable desde los ámbitos ecológico y económico.

JLMR

  • Fanny Miranda
  • Reportera de MILENIO, fan de la naturaleza y cazadora de atardeceres. Por sus trabajos sobre medio ambiente, ha ganado el Premio Aleman de Periodismo Walter Reuter 2022 (2do lugar) y Premio Nacional de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación en 2016, entre otros.

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