Adultos mayores enfrentan una compleja realidad con la pandemia: geriatra

Entrevista

La geriatra y demencióloga declaró que el primer confinamiento estricto tuvo consecuencias en personas de la tercera edad, con enfermedades como el deterioro cognitivo, insomnio, ansiedad, cuadros depresivos, efectos de la inmovilidad, entre otros.

Hablar de secuelas es un lienzo en blanco, todavía se escribe y se rescribe respecto al virus. | Mauricio Román
Gabriela Vázquez
Torreón, Coahuila /

Tras el primer confinamiento estricto de la pandemia por covid-19, abuelos y personas de la tercera edad reflejan consecuencias del tiempo que permanecieron aislados. 

La geriatra y demencióloga, Karla Paulina Ruiz Castillo, resume que detectan deterioro cognitivo, insomnio, ansiedad, cuadros depresivos, efectos de la inmovilidad como dolor generalizado, dificultades en la marcha, al igual que descompensaciones de patologías crónicas. 

Los adultos que se quedaban solos y el manejo de la tecnología no es su fuerte, así que algunos veían a hijos o nietos por videollamadas, pero otros solo tenían contacto con su familia desde el exterior de ventanas y puertas, recuerda la egresada de la Universidad Autónoma de Coahuila y del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, quien también expresa que algunos diagnósticos fueron muy tardíos debido al miedo de trasladar a este grupo de edad a centros médicos.

Atravesamos por la tercera ola de la pandemia, los adultos mayores deben estar vacunados ¿Aun así hay riesgos? ¿Se están cuidando o están confiados en su vacuna?

El tiempo ha permitido la vacunación, gracias al esfuerzo de científicos llegó la vacuna y para mí inicialmente significó una gran esperanza para el cuidado de nuestros padres y abuelos. 

Cuando la pandemia inició había un desconocimiento del comportamiento del virus y existía miedo, sobre todo en la atención de personas mayores. Lo que yo he visto es que los adultos mayores son un grupo sumamente ordenado, al que cuando se le pidió confinarse, lo hizo; que cuando se les llamó a vacunarse, lo hicieron sin pensar; veo un grupo que cuando vienen a consulta se protegen, usan cubrebocas, guantes y hasta caretas. 

Me preocupa que dentro de la seguridad que les provee la vacuna, empiecen a recibir a familiares que no se cuidan como lo han hecho ellos. Debemos invitar a quienes cuenten con un adulto mayor en casa, a protegerse, a cuidarse por ellos.

¿Cuáles son las secuelas que ha encontrado en consulta en adultos mayores que se contagiaron por SARS CoV-2?

Hablar de secuelas es un lienzo en blanco, todavía se escribe y se rescribe respecto al virus. Aunque la mayoría de las personas con covid-19 mejoran a las pocas semanas de la enfermedad, algunas experimentan afecciones posteriores a ésta. 

Son una amplia gama de problemas de salud, que pueden ser recurrentes e incluso continuos, se llegan a experimentar cuatro o más semanas después de haberse infectado por primera vez, esto incluye a las personas que no tuvieron síntomas. 

Las afecciones posteriores se pueden conocer como “covid prolongado” o “efectos a largo plazo del covid”. Los pacientes comúnmente informan experimentar diferentes combinaciones de: Dificultad para respirar o falta de aire, cansancio o fatiga, ambos empeoran después de actividades físicas o mentales. 

También presentan dificultad para pensar o concentrarse, llamado “niebla mental”; tos, dolor de pecho o de estómago, dolor de cabeza, corazón que late rápidamente o con fuerza, dolor articular o muscular, sensación de alfileres y agujas en el cuerpo, diarrea, problemas para dormir, fiebre, mareos al ponerse de pie, sarpullido, cambios de humor, cambio de olor o sabor por un tiempo prolongado y, algo muy importante, pueden registrar efectos neurológicos.

¿Ha detectado impactos emocionales en la tercera edad por la pandemia actual?

Sí, el adulto mayor ha sido especialmente afectado por ellos; miedo, desarrollo de depresión, ansiedad, sentimientos de angustia, trastornos de sueño y aislamiento, probablemente sean los más significativos.

¿Qué recomienda a familiares y cuidadores de adultos mayores para preservar su salud?

No relajar las medidas de cuidado. No quitarse el cubrebocas, dejarlo colocado siempre que se esté con personas con las que no se convive en casa, y mucho menos retirarlo en reuniones en espacios interiores, por supuesto, ello incluye los domicilios de familiares y amigos. 

Retirar cubrebocas sólo al momento de comer o beber para luego volver a colocarlo; intentar mantener distancia, favorecer la ventilación y el lavado de manos. 

La realidad es que esta enfermedad nos deja ver qué tan empáticos somos, hay que estar muy al pendiente de adultos mayores. Visitarlos, darles cariño y atención siempre con protección, no solo llevando las compras. 

Abstenernos de acudir a ellos si hemos estado en contacto con un caso positivo o sospechoso de covid, hasta que pasen los días recomendados. 

Es fundamental planificar su día, llevar un orden y establecer unas rutinas, incluir ejercicio como un paseo al aire libre, por ejemplo, caminar 30 minutos diarios a buen ritmo que no provoque fatiga, aunque lógicamente, el ejercicio deberá adaptarse a cada situación y paciente. 

Debemos cuidar su alimentación ya que se ha visto un aumento de peso en personas que están en casa, es importante no automedicarse y huir de los pensamientos negativos. 

Finalmente la geriatra reconoce que la irrupción de los contagios por covid-19 ha mostrado una compleja realidad que enfrentan abuelos y padres de edad avanzada. 

Familias que se unen de forma extraordinaria para protegerlos, pero por otra parte también reacciones de desinterés y falta de solidaridad. Reflexiona y se dice segura de que si este virus hubiera hecho necesario un riguroso confinamiento de niños y jóvenes, los padres y abuelos “habrían cuidado de nosotros como algo precioso”.

CALE

LAS MÁS VISTAS