Ante coronavirus, UNAM y Tec de Monterrey crean careta

El diseño de la careta “GEA-MADiT” fue avalado por médicos del Hospital Gea González por otorgar una barrera física ergonómica, ligera y funcional.

El nivel de protección de la careta cubre las necesidades requeridas en ambientes de consulta, atención y quirúrgicos.
Ciudad de México /

Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Tec de Monterrey y especialistas del Hospital General “Dr. Manuel Gea González” diseñaron una careta de protección facial para el personal de salud ante el coronavirus

Con apoyo de diversas compañías se lograron fabricar y donar ya las primeras 14 mil máscaras a hospitales de Ciudad de México y Nuevo León; caretas que recomendaron pueden ser usadas por la ciudadanía, por lo que el diseño es de libre acceso para los interesados.

En un comunicado, la UNAM detalló que el nivel de protección de la careta cubre las necesidades requeridas en ambientes de consulta, atención y quirúrgicos.

Fue diseñada en solo siete días en el Laboratorio Nacional de Manufactura Aditiva y Digital (MADiT), con sedes en el Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología de la UNAM, y el Tecnológico de Monterrey, en colaboración con el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) del Hospital General “Dr. Manuel Gea González”.

“Para su elaboración se utilizó material de baja rugosidad, resistente a múltiples agentes desinfectantes; puede limpiarse varias veces sin que pierda transparencia, se manche o se rompa. También, se consideraron factores como las necesidades del personal médico, materiales bioseguros y procesos de manufactura adaptables a diversas condiciones y cantidades de producción en nuestro país”, detalló.

El diseño de la careta “GEA-MADiT” fue avalado por médicos del Hospital Gea González por otorgar una barrera física ergonómica, ligera y funcional, y ser un equipo de protección útil para realizar sus labores diarias de forma cómoda y segura, indicó la UNAM.

Sirve como barrera protectora del rostro completo desde la parte baja de la barbilla hasta la parte alta de la frente y ofrece ajuste perfecto a diversas formas de cara y cubre los costados; además de que fácilmente se integra a otros equipos requeridos por protocolo como como cubre bocas, gafas de protección y gorros quirúrgicos.

La careta fue diseñada para fabricarse por múltiples procesos: con herramientas de corte manual para casos de emergencia; corte láser para mediana demanda; y suajado para proveer altas cantidades, así que puede ser manufacturada en pequeñas, medianas o grandes cantidades.

La careta se desarrolló sin fines de lucro, pero en virtud del interés que generó entre la sociedad en general, los desarrolladores crearon el sitio https://bit.ly/3d4q2wo con instrucciones y tutoriales sobre cómo elaborarla a pequeña, mediana y gran escala, cómo armarla y colocarla.

Y aunque fueron diseñadas para los trabajadores de la salud, su uso es recomendable entre la sociedad civil, pues contribuiría a reducir contagios en combinación con cubrebocas y las medidas de higiene indicadas por la autoridad.

Con el apoyo de las compañías Eastman y Laminex, que aportaron 1.3 toneladas de láminas de PET-G, se logró donar más 14 mil caretas a instituciones públicas de salud.



  • Fanny Miranda
  • Reportera de MILENIO, fan de la naturaleza y cazadora de atardeceres. Por sus trabajos sobre medio ambiente, ha ganado el Premio Aleman de Periodismo Walter Reuter 2022 (2do lugar) y Premio Nacional de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación en 2016, entre otros.

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