El pabellón artesanal de la Feria San Francisco Pachuca 2023 es el escaparate perfecto para muchos artesanos y artesanas que provienen de las zonas más apartadas a la capital hidalguense y que hoy cuentan con un espacio que no les genera gastos y en donde incluso el gobierno les ha otorgado hospedaje para poder continuar con sus ventas todo el mes de octubre.
Gustavo Vázquez Otilia, originario de San Francisco en Huazalingo, artesano de figuras elaboradas con troncos, raíces y hojas secas, comenzó a trabajar luego de superar una dura situación personal.
“Recolecto sin dañar a la naturaleza, todo comenzó cuando estuve a punto de morir por alcoholismo, pude dejar el alcohol y después empecé a tallar pequeñas maderas y comencé a hacer mis artesanías, gracias a Dios hasta ahora son bien recibidas”.
“La gente sí valoras las creaciones porque ve que uno los está haciendo aquí y gracias a que el gobierno nos abrió el espacio, porque incluso yo vendiendo todo lo que hago no podría pagar el puesto porque están muy caros, y además nos han dado albergue ya que pagar un hotel con lo que obtenemos es muy difícil”.
El artesano de la Huasteca, señala que casi no hay ventas para ellos, por lo que los apoyos del gobierno son fundamentales para poder continuar con lo que hacen, y no se pierdan las tradiciones.
“En la Huasteca casi no hay venta de artesanías, yo allá me dedico a vender leña, o de chalán de albañil y de ahí reuní un poco de dinero para poder venirme (a Pachuca) y pedir prestado, porque en un momento antes de la Feria fui a la presidencia municipal y no de dijeron nada, si sí o no, casi casi me ignoraron, en años pasados me apoyaron con el pasaje, pero hoy me vine con mis propios medios, es difícil para nosotros transportarnos en autobús ya que traigo mis cosas en costales y nos cobran el exceso de equipaje, y le tengo que dar a la línea de autobuses”.
“A veces las ventas no son lo que esperábamos, en el pueblo una venta es importante porque le damos de comer a la familia, en los ranchos no es como aquí que les dan su sopa, su arroz y guisado, allá simplemente el desayuno es arroz con tortillas y café, y en la tarde puro bocol y agua de sabor, por eso los niños están desnutridos, no los alimentamos bien, en las mañanas si hay dinero les compramos pan y si no pues con cafecito a la escuela”.
Gustavo hizo un llamado a la sociedad para que puedan tomar más en cuenta a las artesanas y artesanos del país, en este caso a los que son de origen hidalguense.
“Dejémonos de comprar cosas del extranjero, que consumamos lo hecho en Hidalgo, que se anuncie más nuestro producto y no se quede nada más en la Feria, que se hagan más eventos y se traigan a más artesanos a que puedan vender”, finalizó.
De Tecozautla a Pachuca
Tomasa Rincón Sánchez, artesana de la comunidad del Pañhé en Tecozautla, realiza artesanías de cestos, canastos, bolsas, todo elaborado con fibras vegetales.
“Elaboramos tortilleros, dulceros, toda la artesanía de cestería, yo aprendí de mis papás, esto viene de generación en generación y el material lo conseguimos en las orillas de las presas o ríos; aprendí desde los 8 años y hasta la fecha sigo elaborando. Agradecemos que nos invitan a la Feria porque se nos hace más fácil vender porque estamos en la comunidad y a veces llegan compradores, a veces no y cuando están quieren todo muy barato, nos regatean mucho, es algo que sufrimos los artesanos”.
La originaria del Valle del Mezquital resalta la labor que realizan y pide que los consumidores aprovechen esta época de la Feria San Francisco en Pachuca para adquirir a menor costo.
“Todo está hecho a mano, nos cuesta mucho ir a recoger los materiales, para elaborar, y por eso les pido a la gente que sean más conscientes por el precio, no damos caro, es conforme al mercado, mucha gente nos ha felicitado, mi propia familia, por ser artesanos, es el sustento de todos y quiero decirles que venga y aprovechen en la feria todos los productos, estamos esperándolos con los brazos abiertos”.
Otra artesana de Santa Ana Tzacuala en Acaxochitlán, realiza sus creaciones de telar de cintura y costura de camisas.
“Aprendí desde pequeña con personas mayores, me costó trabajar en esto, pero salí adelante trabajando y cosiendo, y pues me gusta trabajar de esto porque no hay de otra, tenemos que trabajar y tejer, a veces que llueve no podemos salir de la casa y tenemos que estar en telar y la costura; no hay casi venta, ni modo tenemos que cumplir con los plazos con los que nos invitan y sino ya no nos invitan a los eventos, y pues nos apoyan publicando nuestros productos, vengan a vernos a ver si les gustan, y sino pues ni modo”, expresó.