La asociación de los seres humanos es más vieja aún que la historia de la especie, en la prehistoria los primeros humanos ya se asociaban, en hordas, clanes, tribus, pero sobre todo en el primer núcleo social: la familia, en todos ellos se tienen jerarquías, un “alfa” que guía a los demás en las actividades que habrán de realizarse para tener comida, techo, fuego, y sobre todo sobrevivir a todos los imprevistos que tenía el mundo antiguo, ahí surgieron los primeros “jefes”.
Hoy día tenemos dos clases de “jefes”, uno en el ámbito laboral, incluso si se trabaja en solitario como independiente tienes una persona que ordena lo que debes hacer en cada trabajo, tú, así que nadie se libra de recibir órdenes en torno a su actividad productiva; de igual forma la familia tiene su propia estructura, las dos básicas es un “matriarcado” donde manda la madre o la mujer más capaz del hogar, y el “patriarcado” donde el padre u hombre de la casa tiene las riendas de todos los integrantes, por eso se les llama “jefas” o “jefes” de familia.
En la antigüedad estos cargos se ganaban por combate, capacidad y fuerza física, inteligencia, habilidades extraordinarias y queda decirlo, pulmones y un temperamento muy fuerte para ordenar y organizar a las personas, sin importar que fueran familia, hordas o tribus; pasando por ejércitos, imperios, entre muchas otras organizaciones civiles; en la actualidad todo se resume a la preparación académica y la experiencia, esto en el ámbito laboral, pues en la familia aún se tiene otro tipo de jerarquías que “respetan las canas” de las personas.
Aunque los “jefes” existen desde la prehistoria de la humanidad, fue hasta el año 1958 que se reconoció su labor, aunque no de la forma en la que la esperaban, pues todo surgió de un descuido, el 15 de octubre Patricia Bays Haroski, olvidó el cumpleaños de su jefe, quien también fue su padre, la joven secretaria en la State Farm Insurance Company, en Deerfield, Illinois; tenía tanto trabajo que borró de su mente este evento.
Para compensar su omisión, al día siguiente, 16 de octubre la cual es la fecha señalada para conmemorar a los tomadores de decisiones en una organización social, empresarial e incluso familia; Patricia registró el Día Internacional del Jefe, en la sede de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos que se encontraba en su ciudad, cuatro años más tarde (1962), el gobernador de Illinois, Otto Kerner, aprobó su petición y desde entonces se celebra este día.
Aunque se puede pensar que es una fecha en la que se debe reconocer la labor de los “jefes” en cada ámbito que se desarrollen, en realidad, este día busca incentivar en cada uno de ellos sus cualidades positivas y recordar que todos los que están a su cargo siguen siendo personas, pues en ocasiones, muchos líderes terminan exigiendo demasiado a los grupos a su cargo, pero esto se debe principalmente al estrés, producto de los límites de tiempo para entregar resultados.
En caso de que no hayan celebrado a su “jefe” en este día, ya sea el familiar o laboral, aún tienen oportunidad de recordarle su aprecio, en caso de desarrollar un buen papel en su cargo; de lo contrario pueden recordarle su fortuna, ya que ahora un ascenso por combate a muerte no es una opción para removerlo de su cargo ante sus malas decisiones, si es que las toma. Pero sobre todo, es un buen momento para recordar que sin importar que haya o no un “jefe” a cargo de una organización social, como lo demostraron las tribus, hordas y familias por milenios, lo importante no es una persona sino el trabajo en equipo.