Debido al rezago educativo presente en Nuevo León, el colectivo Niñez Esencial alzó la voz y exigió que la educación sea prioridad, que la presencialidad sea la regla, que la Secretaría de Salud adapte los protocolos, en especial el de un metro y medio de distancia.
Es muy importante, dijeron, poner atención a la emergencia educativa que se está viviendo, y que es necesario visibilizar que la distribución de oportunidades educativas en el estado es desigual.
Por ello, Sandrine Molinard, Mariali Cárdenas, Carmen Farías y Consuelo Bañuelos, solicitaron que la Secretaría de Salud de Nuevo León tome decisiones que contemplen la crisis educativa con base en cuatro puntos principales.
Que a tres meses del inicio de las clases no hubo un aumento de contagios en la curva, que cuando se detectaron casos positivos en las escuelas no hubo casos de contagio en el aula.
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Que el número de casos en menores representa la curva más baja y que las escuelas han demostrado no ser focos de contagio.
“Las medidas impuestas por la Secretaría de Salud no colaboran para que se avance hacia la presencialidad y no coinciden con las mejores prácticas observadas en otros estados y países, ni con los hallazgos científicos a 20 meses del inicio de esta pandemia.
“Consideramos que estas medidas son una restricción importante a la presencialidad completa que requieren los estudiantes de Nuevo León, principalmente, el distanciamiento de 1.5 metros entre alumnos”, precisó Carmen Farías.
De acuerdo con las activistas, según información de la Secretaría de Educación de Nuevo León hasta el 16 de noviembre el 25 por ciento de las escuelas continúan cerradas: mil 464 escuelas públicas y 108 escuelas particulares. Mientras que el 75 por ciento restante se encuentra trabajando bajo la modalidad presencial o mixta.
“No sólo nos preocupa la cantidad de escuelas que siguen cerradas, sino también que se sostenga durante tanto tiempo una enseñanza de modalidad mixta sin que sepamos bien a bien cuántos días y horas a la semana asisten realmente los estudiantes de esta modalidad".
“Nos preocupa mucho el modelo mal llamado híbrido, que ya ha sido descartado en muchos países del mundo por lo inefectivo y poco adaptado en ciertas edades, no ofrece procesos de enseñanza y aprendizaje de calidad”, señaló.
Por su parte, Sandrine Molinard enfatizó que el objetivo del pronunciamiento de este día es para que se designen los recursos suficientes y poder implementar una estrategia amplia de recuperación y nivelación afianzada en procesos pedagógicos para atender el rezago.
Así como para que la Secretaría de Salud ajuste los protocolos establecidos para el sector educativo de modo que sean más incluyentes y permitan a los más desfavorecidos acceder a las oportunidades educativas que merecen.
“Que la educación sea considerada actividad esencial en el estado y velar por el interés superior de la niñez”, mencionó.
En cifras
“Mexicanos primero informa que un estudio recientemente publicado estima que en el 2019 en México el 40 por ciento de los niños de 10 años de estrato socioeconómico bajo no podía leer y comprender un simple texto, esto en el 2021 aumentó al 67 por ciento.
“Para el estrato socioeconómico medio-alto el daño no es menor pues en el 2021 el 48.5 por ciento tampoco tiene esa habilidad ubicándolo en el rubro de “pobreza del aprendizaje de la lectura”.
“En el área de matemáticas es más notable el rezago, pues el 97 por ciento de los niños de 10 años de estrato socioeconómico bajo no puede completar una división simple sin residuo y el 90.3 por ciento de los niños de la misma edad de nivel socioeconómico alto tampoco”.