Aunque sea una gotita en el océano de la necesidad por la crisis del agua, Gabriel puso su máximo esfuerzo para traer un poco de agua desde Nuevo Laredo, Tamaulipas, y repartirla en colonias del municipio de García, Nuevo León.
El pequeño de 10 años de edad, que se volvió viral cuando se puso a trabajar poniendo uñas acrílicas para pagar la operación de su hermano, ahora trabajó para juntar agua.
Al saber la situación que viven los regiomontanos, Gabriel dijo en un video a través de redes sociales que le donaron botellas de agua para traerlas a Monterrey, y aunque no tenía en que trasladarlas, ni la menor idea de una logística, su esfuerzo dio resultado.
Al verlo en redes sociales, Anahí Hernández y José Urbina, un matrimonio residente en ciudad Guerrero, Tamaulipas, decidieron colaborar y se unieron a la caravana del agua con su propio donativo.
En total fueron dos camionetas cargadas con agua embotellada y una pipa con 5 mil litros las que se repartieron en varias colonias del municipio de García, gracias a la labor del pequeño Gabriel.