El Vals del Obrero resuena a la distancia, una tonada de la banda Ska-P, inunda las inmediaciones de la Ciudad del Conocimiento de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), espacio que rebautizó el alumnado del Instituto de Ciencias Básicas e Ingenierías (ICBI) como “Ciudad de la Violencia”.
Decenas de estudiantes bailan al ritmo de las notas que tres integrantes de una banda logran al rascar la guitarra, el bajo y hacer retumbar la batería.
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“Resistencia”, gritan al unísono, una muestra de su movimiento en apoyo al alumnado del Instituto de Artes (IDA) quienes demandan la destitución de su directora, María Teresa Paulín Ríos, a quien acusan de ejercer abuso de autoridad y violencia; así como la renuncia del rector de la casa de estudios, Octavio Castillo Acosta, quien no sólo se niega al diálogo, sino que ejerció represión en contra de manifestantes el pasado 19 de septiembre, dejando claro, manifiestan, que no hay cambios en la dirección de la UAEH.
Después de la presentación de esta banda, unos minutos más para rehidratarse, los y las manifestantes tomaron la carretera Pachuca-Tulancingo, sólo en el sentido con dirección a la capital del estado, para “dar una muestra” de lo que es capaz su movimiento; se aglomeran en un crucero para entonar: “fuera Paulín”, “fuera Octavio”, “fuera los ‘porros de los Sosa”, e incluso emiten señalamientos en contra del director del ICBI, Otilio Acevedo Sandoval, a quien también acusan de “porro”.
Los automovilistas detenidos por esta obstrucción a la vialidad se mantuvieron en sus vehículos mientras algunos alumnos y alumnas del IDA improvisaron una presentación de baile, desde danzas tradicionales como huapangos, hasta el llamado “mosh pit” en canciones como “Dame el Poder” de Molotov y nuevamente “El Vals del Obrero” de Ska-P; algunos aprovecharon para demostrar su calidad en el “break dance”, algunos más sólo buscaron atención y hacían ademanes como si cargaran un arma de fuego, mientras que otros simplemente mantenían la formación y las demandas de justicia para estudiantes el IDA.
El bloqueo no duró más allá de una hora, liberando la vialidad al tránsito, dejando las indicaciones de circulación a los cerca de diez elementos de la policía municipal y estatal presentes, quienes se limitaron a tomar evidencia fotográfica de la manifestación sin intervenir o interactuar con alumnos y alumnas; situación similar vivieron dos integrantes de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), quienes permanecieron ocultos en su camioneta hasta el momento de la movilización en la carretera, sólo para tomar fotos y no interactuar de ninguna forma con protestantes, incluso se dejó escuchar “mira hasta que aparecen”, cuando ambas personas de la CDHEH bajaron de su vehículo.
La protesta culminó, los y las estudiantes retomaron sus puestos al frente de la “Ciudad de la Violencia” sus pancartas se mantienen a la vista de los peatones y conductores, sus demandas persisten, la fiesta de la resistencia sigue su curso, pues después de conciertos de rock, bailes en el pavimento de la carretera Pachuca-Tulancingo, la comunidad universitaria mantiene el ánimo para continuar con una especie de cartelera cultural, pues prepararon incluso presentaciones teatrales, porque gritan a los cuatro vientos: “el arte no es violencia, somos estudiantes no delincuentes”, palabras que resuenan con el grito de “resistencia” que entonan de vez en cuando con un pequeño baile para recordar que se mantiene una lucha contra la impunidad.
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