Recibir un oso de peluche con las prendas de una persona querida que falleció por covid-19 o por causas ajenas a esta pandemia, es apoyo en un duelo, en el dolor que miles de personas esconden y enfrentan en el día a día teniendo aún de frente a esta emergencia sanitaria que no cesa en el mundo, tampoco en Hidalgo.
Coral Martín del Campo Ramírez se dedicaba a confeccionar uniformes escolares, así como disfraces para niñas y niños, pero llegó la pandemia, suspendieron las actividades escolares y ella se quedó sin trabajo, así que ideó realizar osos con los uniformes de sus hijos, así como con prendas que habían utilizado cuando eran bebés, y comenzó una nueva aventura de emprendimiento en su vida con “Hola Polola”.
“Por el tema de la pandemia tuve que suspender mi giro de hacer uniformes escolares y disfraces, ocuparme en otra actividad, así que comencé a hacerle los osos a mis hijos con las prendas que iban dejando, les hice cosas, así que les fui perfeccionándolos, y surgió esta idea y ya hacemos ositos navideños.Pero la gente también comenzó a solicitarme osos con prendas de uniformes, o de ropa de seres queridos que habían fallecido, así que estas peticiones fueron incrementando durante esta pandemia”, explica.
Más allá de un negocio, Coral siente la pena con la que las personas se desprenden de una prenda que fue utilizada por un familiar que el covid-19 , u otra enfermedad les arrebató, y en cada costura siente que les entregará un oso que les dará consuelo en este proceso de duelo que viven miles de personas y que en Pachuca y su zona conurbada, no es la excepción.
“Se me han salido las lágrimas de recordar la expresión de las personas cuando me entregan la prenda de un familiar querido para que les haga un oso, es muy emotivo, es doloroso ver cómo desean mantener viva a la persona, los recuerdos, la esencia misma del ser querido, es muy fuerte esta experiencia”, explica.
Una de las situaciones más emocionales que ha vivido mezclando su trabajo y experiencia con la fabricación de ositos de felpa es el de una niña que quedó huérfana, por lo que supo la importancia que sería para la niña tener un oso con las prendas de su mamá fallecida.
“Sabía que con el oso la niña mantendría cerca de su mamá, me partió el corazón, pero lo hice con toda la dedicación y el cariño que deseaba transmitirle, porque ese oso representa un apapacho, un abrazo de su madre, sé que es parte de lo que debo ofrecer en cada oso que hago”, expuso.
Por desgracia, esta pandemia ha provocado el fallecimiento de más de siete mil personas en Hidalgo, y la cuenta continúa, así como el entusiasmo de Coral por mantener viva ese palpitar en el corazón de las personas que pierden a su ser querido, y lo hace en cada puntada que da a estos osos que forman parte de la historia de muchas familias hidalguenses.