Atrás quedó la época donde los aviones eran los únicos que sobrevolaban por el cielo. Ahora los drones navegan por las alturas y no sólo para seguridad pública y uso personal. Compañías como Amazon ya planean entregas a domicilio con drones, lo que normaliza su uso cada vez más. Te explicamos qué ocurriría si se topan con un vuelo comercial de frente.
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¿Es probable que un dron se encuentre con un avión?
Las posibilidades son escasas, ya que los aviones comerciales vuelan una altura de entre 10 y 12 mil metros. En la legislación establecida por la Dirección General de Aeronáutica Civil del gobierno mexicano, se establece que los drones se deben utilizar a una altura máxima de 122 y 152 metros, si son drones micro o pequeños y grandes, respectivamente.
Sin embargo, un joven ruso creó un modelo de dron que pudo alcanzar los 10.060 metros, con lo que Denis Koryakin logró que el vehículo sin tripulación volara tan alto como un avión.
A finales de 2018, trascendió cómo un avión de Aeroméxico chocó contra un dron en el Aeropuerto de Tijuana, mientras se acercaba a la pista de aterrizaje.
Utilizar drones para atacar un avión
Si los vehículos aéreos pueden alcanzar alturas mayores, aumenta el riesgo de que grupos terroristas, ataquen vuelos con la intención de hacerlo.
En este escenario hipotético, científicos de la Universidad de Dayton realizaron una investigación.
Imitaron un probable choque entre estas aeronaves, a una velocidad de 383 km/hora. Para la prueba, utilizaron un cuadricóptero DJI Phantom 2, de 1 kilo de peso, que impactó contra el ala de un Mooney M20, un pequeño aeroplano impulsado por un motor de pistón.
El resultado del choque simulado
Los científicos encontraron que el dron no se destruye por el impacto, sino que genera un agujero en el borde principal del ala, al dañar su mástil principal.
Además de lanzar el dron a esa velocidad, probaron el daño que causaría un pájaro contra un ala. El impacto fue similar, aunque los drones penetraban más en el interior de la estructura, y así dañaban más el vehículo.
Kevin Pormoon, líder del proyecto, advirtió que se deben construir drones más frágiles o que se rompan con mayor facilidad en caso de impacto, ya que sólo sería cuestión de tiempo antes de que un ataque con drones provoque daños más significativos a un avión tripulado.
MJA