Facebook decidió no limitar cómo se pueden focalizar los anuncios políticos a grupos específicos de personas, como lo hizo Google en noviembre para luchar contra la desinformación. Tampoco prohibirá los anuncios políticos por completo, como anunció Twitter en octubre ni verificará la información en tales mensajes.
En lugar de eso, anunció “herramientas de transparencia” mucho más limitadas cuyo objetivo es darles a los usuarios un poco más control sobre cuántos anuncios políticos ven y facilitarles el uso de su biblioteca de anuncios políticos.
Es poco probable que estas medidas mitiguen las críticas —incluso entre algunos de los empleados de la empresa— de que Facebook tiene demasiado poder y no suficientes límites cuando se trata de elecciones y la misma democracia.
Desde el pasado otoño, Facebook ha insistido en que no revisará información de anuncios políticos, posición que según críticos permite a los políticos a mentir en sus avisos. El director general Mark Zuckerberg ha argumentado en varias ocasiones que el “discurso político es importante” y que Facebook no quiere interferir en él.
Google, líder de los anuncios digitales, limita la focalización de anuncios políticos a categorías más extensas como género, edad y código postal.
Facebook dijo en una publicación que consideró limitar la focalización de los anuncios políticos, pero que se enteró de la importancia de “llegar a audiencias clave” tras contactar a campañas políticas, grupos políticos y organizaciones no gubernamentales.
La compañía dijo que se apegó al principio de que “la gente debe ser capaz de escuchar de quienes quiere que los dirijan, con todos sus defectos, y que lo que dicen debe de ser escudriñado y debatido en público”.
RL