El poder los videojuegos para potenciar la mente, fue el objetivo de Deepak Chopra para crear Leela, juego que salió en 2011 para Xbox 360 y Wii. En éste, el jugador practicaba meditación a través del Kinect y el control de la consola de Nintendo, a través de 43 minijuegos, ¿pero sabes cuál es la historia detrás de este peculiar juego?
- Te recomendamos ¿Qué es la meditación y por qué deberías practicarla? Estilo
¿Por qué Deepak Chopra quiso hacer un videojuego?
El autor de best-sellers espirituales consideraba que al vivir en una sociedad adictiva, los videojuegos eran adictivos, junto a tecnologías como el celular y la computadora. Su propósito era explorar cómo utilizar los juegos no como entretenimiento, sino para fortalecer la capacidad física y mental.
Otra motivación del también médico hindú fue pensar el juego como un medio para enriquecer el desarrollo neuronal, incluso utilizaba el concepto de “acelerar la evolución biológica”, ya que creía que los juegos de video crean adicción a la adrenalina, la violencia y la estupidez, en vez de mejorar la mente.
¿Cómo era jugar Leela?
Leela, que significa “jugar” en sánscrito y fue desarrollado por THQ, proponía meditar con siete ejercicios basados en siete chakras, puntos situados en el cuerpo considerados como centros de energía, según el conferencista indio.
- Te recomendamos Tres libros para adentrarse a la meditación Estilo
Al realizar los ejercicios, el Kinect y el control de la Wii detectaban la posición del cuerpo, además de tener el control de la respiración. Uno de los 43 minijuegos ofrecía retroalimentación sobre cómo respiraba el jugador, la primera vez que se hacía en un videojuego, destacaba el autor de la India.
A futuro, Chopra visualizaba medir la variabilidad del ritmo cardíaco, al ser el indicador más sensible de la tensión. Así como una intención mayor que no se concretó: monitorear las ondas cerebrales desde el juego. Idea propia de la neurotecnología a la cual, en 2017, se acercó la compañía Neurable con un prototipo, y replicada dramáticamente en uno de los episodios de la celebrada serie Black Mirror.
MJA