Graham Ivan Clark fue acusado en junio del año pasado por hackear al menos 130 cuentas de Twitter de personalidades en Estados Unidos, como Elon Musk, Bill Gates, Barack Obama, Joe Biden, Kanye West, Wiz Khalifa, Warren Buffet, Michael Bloomberg, y hasta empresas como Apple y Uber; estafó a sus seguidores pidiendo criptomonedas en sus nombres a cambio de devolvérselos duplicado, y ahora, fue sentenciado a tres años en prisión para menores.
Los acontecimientos ocurrieron el pasado 15 de junio, cuando muchas cuentas de Twitter verificadas y de gente o empresas conocidas comenzaron a publicar mensajes que aseguraban que depositándoles por lo menos mil dólares a un monedero específico, regresarían duplicada la cantidad, por lo que el grupo de hackers recaudó más de 100 mil dólares en cuestión de minutos, según Blockchain.
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Al poco tiempo, The New York Times indicó que se trataba de un grupo de jóvenes sin nexos con organizaciones delictivas, quienes tuvieron acceso a las cuentas de Twitter después de organizarse por medio de Discord y gracias a un misterioso usuarios llamado Kirk en la plataforma de mensajería gustada por los gamers.
Hacia finales del mismo mes de los acontecimientos, Graham fue detenido en su apartamento en Tampa por las autoridades de Florida y culpado de varios cargos, entre los que destacaron fraude organizado, fraude electrónico, robo de identidad y piratería electrónica.
Tras no concretar la libertad bajo fianza por parte de la defensa de Clark que intentaron negociar por debajo de los 725 mil dólares, el joven que ya tiene 18 años fue condenado a tres años en una prisión para menores y tres años de libertad condicional. De violar las condiciones de su libertad condicional, Clark tendría una pena mínima de 10 años en una prisión para adultos.
"Secuestró las cuentas de gente famosa, pero el dinero que robó procedía de gente normal y trabajadora", dijo Andrew Warren, fiscal estatal del condado de Hillsborough. "Graham Clark debe rendir cuentas por este delito y otros potenciales estafadores deben ver que hay consecuencias".
Pese a que enfrentó cargos federales, le dieron el caso a las autoridades estatales por tratarse de un menor de edad, y recibió la sanción máxima para tales.
El fiscal también señaló que el "objetivo, respecto de cualquier niño, siempre que sea posible, es que aprenda la lección sin que su futuro sea destruido".
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