El 20 de noviembre marcó el lanzamiento de S.T.A.L.K.E.R. 2: Heart of Chornobyl, un título que no solo destacó por su propuesta postapocalíptica, sino también por la historia de resiliencia alrededor de su estudio desarrollador, GSC Game World, en el contexto de la invasión rusa a Ucrania.
Esta esperada secuela llega tras 14 años de un desarrollo complicado, atravesando crisis financieras, conflictos internos, pausas prolongadas y, más recientemente, el impacto de una guerra.
Un legado construido desde la Zona de Exclusión
Fundado en 1995 en Kiev por Sergiy Grygorovych, GSC Game World debutó en la industria de videojuegos con títulos como Cossacks y se convirtió en un referente con el lanzamiento en 2007 de S.T.A.L.K.E.R.: Shadow of Chernobyl.
Ambientado en una versión alternativa de la Zona de Exclusión de Chernóbil, transformada por catástrofes nucleares ficticias, el juego combinó acción, terror y supervivencia, logrando un éxito que se consolidó con sus secuelas, Clear Sky (2008) y Call of Pripyat (2009).
"Es uno de los lugares más bellos de la Tierra", dice Ievgen Grygorovych, sobre este lugar cuyo equipo ha visitado varias veces: Chernóbil.
En 2010, GSC anunció S.T.A.L.K.E.R. 2, pero pronto el proyecto se vio afectado por problemas financieros que llevaron al cierre del estudio en 2011.
Resurgió en 2014 con un equipo reducido, enfocándose inicialmente en otros proyectos. No fue hasta 2018 cuando se reactivó oficialmente el desarrollo de la secuela, con la promesa de usar el motor Unreal Engine y un diseño de nueva generación.
El impacto de la guerra en el desarrollo
El estallido de la invasión rusa en 2022 paralizó el desarrollo de S.T.A.L.K.E.R. 2.
El estudio, con sede en Kiev, enfrentó desafíos monumentales: muchos empleados huyeron al extranjero, otros se alistaron en el ejército ucraniano, y las operaciones se trasladaron parcialmente a Praga.
"La invasión nos afectó a nosotros y al juego", comentó Ievgen Grygorovych, director de GSC, quien también dejó Ucrania junto a su familia.
A pesar de estas dificultades, el equipo se mantuvo unido, con cerca de 500 empleados repartidos entre Ucrania y República Checa.
De acuerdo con Grygorovych, las reuniones se realizaron en línea, destacando la importancia de mantener la conexión pese a la distancia.
"La mayoría se quedaron en Ucrania, pero no tenemos la impresión de tener un equipo dividido", dijo a AFP Ievgen Grygorovych, director de GSC Game World.
Además, los miembros que permanecieron en Ucrania o se unieron a las fuerzas armadas siguen recibiendo su salario, y muchos de los que se trasladaron a Praga envían parte de sus ingresos a sus familias en el país.
Ciberataques y resiliencia creativa
GSC enfrentó múltiples intentos de sabotaje por parte de piratas informáticos, filtraciones de información y otras amenazas.
A pesar de ello, lograron finalizar el desarrollo del juego, documentando su proceso en War Game: The Making of S.T.A.L.K.E.R. 2, un testimonio del esfuerzo titánico detrás del proyecto.
El subtítulo del juego cambió de "Chernobyl" a "Chornobyl", adoptando la romanización ucraniana, un gesto significativo que refleja el contexto sociopolítico en el que se desarrolló. Grygorovych comentó:
"La guerra dañó nuestras vidas, no nuestra creatividad".
Un lanzamiento esperado por los fans
El lanzamiento de S.T.A.L.K.E.R. 2: Heart of Chornobyl representa no solo un hito para la industria de videojuegos, sino también un símbolo de la capacidad de resistencia y adaptación frente a la adversidad.
Este título, que combina acción en primera persona, supervivencia y un mundo abierto detallado, estará disponible para PC y Xbox Series, formando parte de Xbox Game Pass desde su primer día.
A medida que los jugadores se adentren en su narrativa y exploración de una devastada Zona de Exclusión, será inevitable recordar la historia de sus creadores, quienes enfrentaron retos impensables para entregar este juego al mundo.
Para los fanáticos y el equipo de GSC, este lanzamiento no es solo un éxito comercial, sino una victoria simbólica ante la adversidad, y un mensaje de esperanza.
"Estoy muy contento de que este juego haya sobrevivido a la guerra", expresó un aficionado en el documental, añadiendo, "y estoy seguro de que Ucrania también la superará".
MO