Los tres países, gobernados por militares tras golpes de Estado, buscan una estrategia de seguridad independiente a las potencias occidentales.

La semana pasada hubo 170 ejecuciones en tres aldeas del país africano.

Un ataque atribuido a grupos yihadistas cobró la vida de feligreses, y dejó a dos heridos.

El país africano tiene presencia de milicias islámicas como Al Qaeda y Estado Islámico.

Sólo 17 de las víctimas pertenecían al ejército, el resto eran civiles voluntarios.

Al menos 17 soldados de Níger murieron y otros 20 resultaron heridos en un ataque de supuestos yihadistas.

Desde el 2015, Burkina Faso ha enfrentado una ola de violencia por parte de yihadistas que se iniciaron en Mali y Niger hace años.

El anterior balance sólo revelaba la cifra de ocho militares muertos tras la emboscada.

Los manifestantes corearon consignas a favor de Rusia y llamados a que Francia abandone su presencia en el país.

El servicio consular español trabaja en la hipótesis de que el móvil del ataque haya podido producirse por parte de grupos yihadistas que operan en la región o bandidos.