Fumar cigarrillos electrónicos y tradicionales no implica menos riesgo a sufrir enfermedades cardiovasculares.

Más temprano, el subsecretario de Salud acusó a la empresa cigarrera Philip Morris de intentar frenar los cambios a la ley que prohíben la importación de cigarrillos electrónicos y vapeadores.

El gobierno argumentó que los cigarros electrónicos contienen más metales pesados que el humo de cigarro tradicional.

Un estudio descubrió los efectos nocivos que puede tener el humo generado por este producto.

La Secretaría de Salud de Jalisco exhortó a la población a evitar el uso de estos productos.

Este tipo de dispositivos se ofertan en el mercado bajo la promesa de no ser dañinos, contrario a lo que diversos estudios han demostrado

Sacudida por la muerte de 10 jóvenes, la industria también está amenazada por una serie de prohibiciones a la venta de estos productos en varios estados de Estados Unidos, ante la inquietud de autoridades sanitarias y familias.

Se cree que lo que puede estar causando los problemas pulmonares es el uso de líquidos con THC, la sustancia activa del cannabis, que se consigue en el mercado negro.

La comercialización de cigarrillos electrónicos está vetada por la fracción VI del artículo 16 de la Ley General para el Control del Tabaco.

Institutos Nacionales de Salud, hospitales federales y la Comisión Nacional contra las Adicciones señalaron que no se ha establecido el daño de los vaporizadores, por lo que urgió a regularizarlos como prodcutos de tabaco.