En la obra de este poeta no hay excesos gráficos, acumulaciones desmesuradas o saltos inexplicables en la composición.

Evocamos a Eduardo Lizalde con un retrato que consagra al amigo y al poeta que supo armonizar lo más alto y lo más coloquial.

Una lectura de El tigre en la casa, el poemario publicado en 1970, puede sugerir la coexistencia de una perfección mortífera encarnada en la bestia mitológica y de una espera tensa personificada en el lector que empuña el sable.

Poetas de distintas regiones y generaciones comparten su admiración por la obra y la personalidad del autor de El tigre en la casa, quien podía ser, alternativamente, “abstracto o llano, culterano o arrabalero”.

Con este texto, que pertenece a La zorra enferma (1974), recordamos al poeta, quien murió el 25 de mayo pasado.

La Secretaría de Cultura y el Inbal, en acuerdo con la familia del autor, le rendirán próximamente un homenaje póstumo en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.

La noticia la dio a conocer la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.

Duro cuestionador de las ideologías políticas, el poeta ha sido hecho a un lado de la vida intelectual presente... ¿Qué significado tiene eso para la literatura mexicana?

José Homero disecciona los libros capitales de Eduardo Lizalde y los confronta al discurso barthesiano del amor.

En una animada tertulia, amigos y colegas celebraron los 90 años del autor en la Capilla Alfonsina.