Las autoridades aseguraron que "se ha mantenido en un descenso progresivo" en la expulsión de material volcánico y los flujos de lava.

La colada de lava avanza lentamente y ha arrasado ya con 400 inmuebles. Además, la superficie afectada es de 240 hectáreas en toda la isla.

El turismo en España se ha visto reducido por la pandemia y por los incendios forestales que estallaron en agosto.

La Agencia Meteorológica de Japón advirtió de la posibilidad de que rocas de gran tamaño sean expulsadas desde el cráter en un radio de dos kilómetros, por lo que podrían llegar hasta la cercana localidad de Toshima.

La agencia de meteorología de Japón emitió una alarma de nivel tres en una escala de cinco para restringir el acceso a la zona tras la erupción.

La agencia subió el nivel de alarma al tercero de cinco, lo que supone que hay "magma cerca o en la superficie y actividad que podría llevar a una erupción peligrosa en semanas".

El volcán expulsó lava cerca de la ciudad la semana pasada, pero el riesgo sigue latente.

Las personas han sido calcinadas por la lava o asfixiadas por los gases que libera el magma. Hay más de 6 mil heridos.

Millones de personas cercanas a la ciudad de Goma fueron desalojadas, mientras que otras huyeron debido al pánico por la erupción.

Los géiseres de un color naranja brillante iluminan el cielo, con noches cada vez más cortas durante este mes de mayo, un espectáculo visible a decenas de kilómetros a la redonda.