Las autoridades pidieron a varios miles de residentes de La Palma que se quedaran en casa debido al empeoramiento de la calidad del aire.

Según los expertos, las nuevas coladas buscan unirse a la primera surgida de la erupción, la cual, tras atravesar una carretera, prosigue su evolución a cotas inferiores.

Más temprano, el volcán había dejado de escupir lava y cenizas durante unas horas, despejando el cielo de esta isla atlántica.

Autoridades permitieron que algunos residentes evacuados recogieran pertenencias de sus viviendas.

Según remarcan los expertos, se trata de un fenómeno frecuente en erupciones de tipo "estromboliano", como a la que se enfrenta la 'isla bonita'.

El viernes se cancelaron los primeros vuelos a La Palma desde que comenzó, el domingo, la erupción del volcán.

El presidente de España, Pedro Sánchez, anunció que la isla será declarada en su totalidad como "zona catastrófica".

Las autoridades aseguraron que "se ha mantenido en un descenso progresivo" en la expulsión de material volcánico y los flujos de lava.

La colada de lava avanza lentamente y ha arrasado ya con 400 inmuebles. Además, la superficie afectada es de 240 hectáreas en toda la isla.

El turismo en España se ha visto reducido por la pandemia y por los incendios forestales que estallaron en agosto.