Dos años antes de que muriera Borges, el escritor peruano Alonso Cueto tuvo la oportunidad de conocerlo a él y a su pareja, la recién fallecida guardiana de su obra.

La viuda del autor murió sin testamento, aunque su abogado explicó: “dijo que ya estaba arreglado, por lo que todavía pude haber alguna sorpresa”.

En los últimos meses, Kodama, enferma de cáncer, vivió sola en un hotel de Buenos Aires. Muchas décadas antes se había alejado de su hermano Jorge y de su familia, según allegados.

La viuda de Jorge Luis Borges tenía 86 años de edad; dedicó su vida a la difusión del universo borgiano.

“Lo empecé a leer un poco a escondidas, luego sin vergüenza, asumiendo la admiración que siempre le he tenido”, afirmó el escritor peruano.