A finales del año, Aburto denunció ante la CNDH que desde marzo de 1994 fue torturado para confesar su culpabilidad en el asesinato de Colosio.

La investigación “no llevará a nada”, pues quedó demostrado que Aburto fue el único tirador, sostiene

La comisión mostró preocupación por las declaraciones de Andrade Ramírez, en las que refiere que en Tijuana ya había personas buscando contactar a Aburto.

El magnicida ha asegurado que denunció los hechos desde 1994, tras su detención por el asesinato de Luis Donaldo Colosio, ex candidato presidencial del PRI.

El magnicida reclama que el Ministerio Público Federal no ha investigado los actos de tortura, tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes, y delitos vinculados cometidos en su perjuicio.

Los comisionados expusieron que una reunión previa a la emisión del pronunciamiento hubiera sido conveniente y saludable para evitar el choque; resoluciones del INAI no se pueden impugnar, sostuvo Acuña Llamas.

Aclararon que como organismo garante nacional, les corresponde defender el cumplimiento de sus determinaciones.

La comisión indicó que defenderá sus recomendaciones hasta su pleno cumplimiento, y reiteró que su único y principal compromiso es con las víctimas.

Las personas más cercanas a Colosio tomaron caminos no tan lejanos de la política: algunos siguen desde la academia criticando al sistema político mexicano.

MILENIO tuvo acceso al expediente, en el que se verificaron cada una de las líneas de investigación, los dichos de aburto, la posible tortura cometida en su contra y los datos de prueba contra un segundo tirador.