Los dos líderes aceptaron las respectivas invitaciones, "con la convicción de que será otra ocasión importante para mejorar las relaciones" entre ambos países, informó la agencia oficial norcoreana KCNA.

El presidente de EU y su par norcoreano celebran un encuentro, hasta hace poco inimaginable, tras décadas de tensiones provocadas por las ambiciones nucleares de Pyongyang.

China, Corea del Sur, Japón y Rusia buscan ganar influencia en la cumbre, reuniéndose con líderes norcoreanos en un intento de obtener sus propios réditos políticos.

El presidente estadunidense y el líder norcoreano llegaron a Singapur, dos días antes de la llamada "cumbre histórica" en busca de resolver la tensión provocada por el arsenal nuclear de Pyongyang.

Imágenes satelitales indican que Corea del Norte está desmantelando la instalación de pruebas y entrenamiento de Iha-r, al norte de la ciudad de Kusong.

El anuncio del líder norcoreano lo hizo al ministro ruso de Relaciones exteriores, Serguei Lavrov; la desnuclearización sigue sin cambios, coherente y fija, aseguró.

Según el The Wall Street Journal, las nuevas sanciones iban a ser anunciadas el martes, pero la administración de Trump decidió retrasarlas a la espera de los contactos entre los dos países.

Luego de más de un año de dimes y diretes y agresiones verbales como "gordo y bajito" y “viejo lunático”, Trump y Kim acordaron reunirse para discutir la seguridad y desnuclearización del país asiático.

Un equipo negociador de Estados Unidos encabezado por el ex enviado nuclear Sung Kim llegó a la línea de demarcación militar coreana para mantener conversaciones con Corea del Norte, informó el diario "The Washington Post".

Pyongyang dijo seguir abierta al diálogo después de que el presidente estadunidense, Donald Trump, cancelara la cumbre entre ambos países, una decisión que Norcorea calificó de "extremadamente lamentable".