Muchas iglesias se encuentran cerradas o afectadas por las restricciones para detener la propagación del coronavirus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad covid-19. Los sacerdotes y cristianos de distintas denominaciones en todo el mundo han encontrada nuevas formas de mantener la fe y celebrar las misas de la temporada Pascua. Un padre en Alemania descubrió cómo hacer que sus feligreses no se perdieran las celebraciones.
En la ciudad alemana de Achen se llevó a cabo una misa dominical con “iglesia llena”, debido a que el padre Joachim Giesler les pidió a los feligreses que le enviaran fotos de sí mismos o de sus familias, con el objetivo de que ‘asistieran’ a la celebración religiosa.
Alrededor de 150 fotos fueron impresas y pegadas a los bancos de la iglesia para la misa del domingo, la cual se transmitió por internet.
“No tenemos tanta gente normalmente en la iglesia como tenemos en las fotos. Solo esta semana, hubo más de 150 imágenes, llegando a mil personas en fotos. No todos tendrían lugar para sentarse aquí. Tendrían que quedarse de pie” dijo el padre Joachim Giesler a la agencia de noticias Reuters.
El sacerdote señaló que era “raro” que la iglesia estuviera tan llena, “pero muestra que muchos usan esto para expresar que quieren participar en la celebración de la misa de esta manera y mostrar que ahora les falta algo importante”.
Pero no será la única celebración que se realice así, ya que este domingo de Pascua o de Resurrección nuevamente la iglesia de Achen se llenará de las fotos de los feligreses.
Domingo de Resurreción en el Vaticano
El papa Francisco dio su tradicional bendición "Urbi et Orbi" en una basílica de San Pedro vacía, una imagen inédita que ilustra los cambios radicales que el mundo debe aceptar desde hace semanas para frenar la pandemia del coronavirus.
"Hoy pienso sobre todo en los que han sido afectados directamente por el coronavirus: los enfermos, los que han fallecido y las familias que lloran por la muerte de sus seres queridos, y que en algunos casos ni siquiera han podido darles el último adiós", comenzó el Papa su bendición.
El año pasado, 70 mil fieles acudieron a la plaza de San Pedro, donde el Papa preside normalmente la misa de Pascua, cuando los cristianos celebran la resurrección de Jesús, piedra angular de su fe.
Este año, el covid-19, que ya cobró casi 110 mil vidas en todo el mundo, obligó a romper décadas de tradición y millones de fieles vieron al Papa por televisión o a través de las redes sociales.
epc