La epilepsia es el trastorno cerebral a largo plazo más común en perros y se caracteriza por convulsiones recurrentes, que son estresantes tanto para el perro como para el dueño y pueden parecer impredecibles e incontrolables, expusieron Gabriela Goiz-Márquez, Sara Caballero Chacón y Héctor Sámano López, de la Facultad de Medicina Veterinaria de la UNAM.
En un informe científico señalaron que se estima que entre 0.5 a 5.7 por ciento de la población canina está afectada por este desorden neurológico y representa al menos 14 por ciento de las consultas en la medicina veterinaria; además es la causa más frecuente de convulsiones en perros.
La mayoría de éstas ocurren en la casa del paciente o inmediatamente después de un periodo de descanso o de sueño y rara vez cuando el animal está activo.
Razas caninas y complicaciones
Algunas razas, en especial Pastor Alemán, Setter Irlandés y San Bernardo tienen frecuentemente convulsiones seguidas y luego un periodo de recuperación con depresión. Se ha mencionado que en estas razas puede ser difícil controlar el padecimiento con medicación.
De la misma manera, las razas grandes frecuentemente presentan convulsiones en racimo o status epilepticus (que se repiten en un intervalo corto de tiempo), una condición que puede ser difícil de controlar.
Algunos factores detonantes
Algunos animales tienen un umbral convulsivo más bajo que otros, aunque la mayoría parecen ocurrir de manera espontánea pueden ser propiciadas por varios factores como:
- Privación de sueño.
- Falta de administración del anticonvulsivo a la hora indicada.
- Estrés emocional.
- Alteraciones metabólico–fisiológicas tales como fiebre, hiperventilación y fatiga.
Una opción de tratamiento
Sobre este tema la Asociación Mexicana de la Industria del Cannabis indicó que el tratamiento de mayor uso ha sido la administración de fármacos antiepilépticos, tales como el fenobarbital y/o el bromuro de potasio; sin embargo, entre 20 y 30 por ciento de los pacientes no logra mejorar su condición bajo este tratamiento, además de causar efectos adversos como la sedación, polidipsia y polifagia (apetito excesivo).
Indicó que entre otras alternativas terapéuticas para tratar de mejorar la salud de sus animales, el uso de fitocannabinoides como el cannabidiol (CBD) y tetrahidrocannabidiol (THC).
Actualmente la ciencia médica, humana y veterinaria ha demostrado los beneficios del uso de fitocannabinoides en el tratamiento de la epilepsia, principalmente del CBD.
Existe evidencia de que el CBD inhibe y reduce la frecuencia de convulsiones en pacientes humanos con epilepsia refractaria. En el caso de la medicina veterinaria existe evidencia que demuestra que el CBD también contribuye a la reducción de la frecuencia y duración de los episodios convulsivos en perros.
KVS