Hombre recorre Estados Unidos para salvar a pitbull de la eutanasia

Mario Rodríguez viajó de California a Nueva York con el objetivo de darle una nueva familia a un perro de nombre Hickory.

El dueño de Hickory creó una página de Facebook para que el mundo conozca las aventuras de este pitbull. (Facebook)
Ciudad de México /

Las historias sobre adopción y rescate de animales se han vuelto una fuente de esperanza para los internautas. En los últimos días se han conocido miles de relatos sobre organizaciones que a pesar de contar con poco presupuesto buscan la manera para que estos seres vivos puedan caminar o personas que han salvado de la eutanasia a perros que fueron rechazados por sus criadores debido a sus problemas de visión. En esta ocasión te vamos contar cómo un hombre condujo 4.500 kilómetros para rescatar a un pitbull.

Esta es la historia del perro pitbull Hickory, que su actual dueño tuvo que realizar un viaje desde California a Nueva York, Estados Unidos, para evitar que no lo pusieran a dormir.

Una semana antes, Mario Rodríguez se encontraba haciendo una entrega en California cuando de pronto le llegó el mensaje de su esposa, el cual contenía un enlace donde venía que un perro pitbull, de nombre Hickory, buscaba una familia. Al ver la cara del perrito, sintió una conexión inmediata.

“Lo primero que vino a mi mente fue ‘¡Wow! Se parece mucho a King”, le contó al medio estadunidense The Dodo haciendo referencia al perro que Mario Rodríguez acababa de perder. Por eso, cuando vio a Hickory decidió ir a rescatarlo.

Debido a que se encontraba en California, Mario tuvo que hablar con las personas del refugio para darles todos sus datos y decirles que no pusieran a dormir a Hickory porque él se encontraba en camino para adoptarlo. El dueño del perrito le pidió a su jefe una entrega en Nueva York para poder ir por él.

Durante su viaje, Mario Rodríguez llamó miles de veces para decirles que por favor no lo durmieran ya que se encontraba en camino. Sin embargo, en su trayecto por Arizona comenzó a preocuparse, por lo que pidió “Dios, déjame llegar a él a tiempo”. Cuando por fin llegó se encontró con algo que no esperaba.

Tanto pronto llegué, parecía como si hubiese estado esperando por mí. Él brincó hacia la verja como si quisiera salir”, recordó. Al salir del lugar el perro no dejaba de ‘abrazarlo’ y ‘besarlo’ y desde entonces Hickory no han dejado de compartir momentos junto a la familia Mario Rodríguez.

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