Bien dicen que los lomitos son los mejores amigos del hombre, ya que son capaces de cualquier cosa para demostrar su amor y lealtad. El más famoso de todos es Hachiko, un perrito de raza Akita Inu, color blanco con crema, que ha conmocionado a algunas generaciones por su tierna historia.
Y es que es a partir de algunos cuentos y películas Hachiko continua siendo recordado por millones de personas, de hecho, el filme más popular de su vida es Siempre a tu lado, Hachiko, protagonizada por Richard Gere en 2009 y dirigida por Lasse Hallström.
Lo más sorprendente de su vida es que este año 2023 estaría cumpliendo 100 años de edad. Aunque su historia sucedió en Japón ha rebasado las barreras y no hay país que no conozca al Akita.
¿Cuál es la historia de Hachiko?
Hachiko fue un perrito que pasó su vida en Japón, nació el 10 de noviembre de 1923 y murió el 8 de marzo de 1935. Este lomito fue encontrado a principios de 1924 por Hisesaburo Ueno, un profesor del Departamento de Agricultura en la Universidad de Tokio.
Se sabe que al inicio el profesor no quería adoptar al cachorro por la muerte de una anterior mascota, pero su hija lo convenció, así que finalmente lo acompañó hasta sus últimos años de vida.
Además, cuando la hija de Hisesaburo Ueno se casó y mudo de su hogar que compartía a lado de su padre, era Hachiko quien lo seguía todos los días a la estación de trenes para que él fuera a trabajar y al final del día cuando su dueño llegaba, el lomito iba a recibirlo.
Sin embargo, lo que se había formado como la rutina del perrito y su dueño cambió rotundamente cuando el maestro Ueno falleció, la historia señala que aquel día era el 21 de mayo de 1925.
El profesor estaba dando clases cuando sufrió una hemorragia cerebral, lamentablemente murió, pero el perrito que no supo lo que había pasado se dirigió a la estación de trenes para recoger a su amo, sin embargo, él jamás volvió.
¿Cuándo murió Hachiko?
Desde entonces, Hachiko se quedó a vivir enfrente de la estación con la esperanza de ver a su dueño regresar algún día. El perrito permaneció ahí nueve años hasta que falleció el 8 de marzo de 1935: fue cuidado y alimentado por personas que tenían negocios cercanos.
Las personas de la localidad comenzaron a llamarlo el perro fiel porque siempre esperaba a su amo, su vida fue tan popular que gente extranjera comenzó a saber de su espera.
Además, para recordar la lealtad del lomito, en abril de 1934 se erigió una estatua de bronce en su honor y fue colocada en la estación Shibuya en donde permaneció hasta su último día.