El pasado 4 de julio se vivió la celebración de la Independencia de Estados Unidos, fiesta marcada por el uso excesivo de fuegos artificiales, pues se estima que cada año se usan aproximadamente 136 mil toneladas de pirotecnia, acorde a datos publicados por la BBC.
Y es que a pesar de que sean todo un espectáculo visual, la fauna salvaje y doméstica no vive nada bien con los fuegos artificiales. Tal fue el caso de la perrita Leilani, quien escapó de su casa en Silicon Valley, San Francisco a causa de estos y terminó en una isla desierta, sin nada de comida.
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Leilani escapó de casa y quedó varada en una isla
La historia de Kevin Dalonzo y su perrita Leilani le dieron la vuelta a los noticieros de Estados Unidos, como lo documentó USA Today, pues se dio a conocer que durante los festejos del 4 de julio por la Independencia de Estados Unidos, su perrita de raza goldendoodle, escapó despavorida por los fuertes estruendos y ruidos de los fuegos artificiales.
"En cuanto sonó el primer cohete, salió disparada. Por lo que empecé a correr tras ella. Estaba desorientada, con la cabeza agachada y tan asustada que seguía corriendo lo más rápido que podía, sin saber a dónde iba.", comentó Kevin Dalonzo apara USA Today.
Dalonzo corrió tras Leilani rápidamente para poder tranquilizarla, sin embargo, no logró alcanzarla y su perrita escapó a gran velocidad sin rumbo y una sola dirección. Dalonzo perdió rastro de ella en la zona industrial de San Francisco, California, y estuvo buscándola hasta las 2 de la mañana sin éxito alguno.
Sin embargo, lejos de estar totalmente perdida, Leilani mostró signos de vida, luego de que fuera escuchada por Robert Dunn, un hombre que remaba en su canoa por los canales de la ciudad californiana, y mientras pasaba por la Isla Blair, fue que se dio cuenta de los ladridos de Leilani.
Leilani es rescatada de la isla desierta
Dunn y Leilani se vieron, y el hombre llamó a la perrita, quien rápidamente corrió hacía él, atravesando el pesado y denso fango de tierra que los separaba, pero logró llegar a los brazos de Dunn, quien trató de subirla a su canoa sin que ésta se hundiera. Entonces, el trayecto que normalmente le tomaría hacer 20 minutos, se convirtió en una odisea, pues mientras una mano remaba otra sostenía fuertemente a Leilani.
"Probablemente una de las cosas más increíbles de toda esta experiencia es que venía hacia mí. Se podía ver que le costaba mucho. Si tú y yo caminamos por ese fango, nos llegaría hasta las rodillas.", afirmó Robert Dunn a los micrófonos de USA Today.El hombre logró identificar el número de teléfono de Dalonzo
, escrito en la placa de Leilani, y procedió a notificarle que afortunadamente su perrita había sido encontrada con vida. En lo que llegaba,
Dunn acudió al Hospital Veterinario Adobe de Los Altos y atendieron a Leilani, y es aquí donde se encontró con Denise O’Brien de 'Silicon Valley Watch Dogs', una iniciativa comunitaria para ayudar a personas de esta localidad a reunirse con sus mascotas perdidas.Después de dos horas de camino, Dalonzo llegó al hospital veterinario donde estaba Leilani reponiéndose, y entre lágrimas abrazó fuertemente a su perrita, pues desde entonces no había podido dormir tranquilamente sin tener notica alguna de Leilani, que además explicó su nombre es una palabra de origen hawaiano, que significa "flores celestiales" o "hija real".
ROG