Los clientes de las cemitas, vendedores ambulantes y decenas de poblanos que cruzaban por la zona del Templo del Señor de Las Maravillas, fueron testigos del momento en el que Gabriela Sánchez dio el sí a la petición de matrimonio que Roberto García le hizo, decorando su camioneta y estacionándose frente al local donde ambos trabajan.
Luego de 13 años de relación Gaby y 'El Flaco' van a formalizar su compromiso, como si tener dos hijos en común y más de una década juntos no fuera suficiente, Roberto le pidió matrimonio, aun nervioso por la respuesta de la mamá de sus hijos.
" Imagínate me dice que no y con dos hijos que hago" bromeó Roberto acerca de su petición de matrimonio en este 14 de febrero, quien orgulloso de su amor, destacó que en ningún momento dudó en tener este detalle para pedirle a su compañera de ya más de 13 años para unir sus vidas de manera formal.
Roberto hace quince años trabajaba en una panadería en el barrio de San Antonio y a pocos metros, Gaby también, pero en el negocio de su familia en las Cemitas 'La Botanita', un primo de la futura novia fue quien le " hizo el paro" al Flaco de presentarlos y a un año de ser amigos comenzaron a salir.
Tiempo después, ambos trabajaban en 'La Botanita' y así, deshebrando queso y untando aguacate a las cemitas surgió el amor.
Tres años después de que iniciaron su relación, llegó Jesús, su primer hijo y a los dos años más tarde, Gabriel; quienes hoy fueron partícipes de la pedida de matrimonio.
Gaby comenta que sintió muy bonito y que de verdad no se lo esperaba, nos contó que el llevar una relación en el sitio de trabajo es complicado, porque pasan todo el tiempo juntos, pero han aprendido a darse sus espacios y gracias a ello mantienen una relación sana y aún llena de romanticismo.
La muerte del padre de Gabriela y el fallecimiento de la madre de Roberto, los unió más y fue el empujón para que "El Flaco" le pidiera matrimonio.
" Hay que demostrarle lo que uno siente a nuestros seres queridos, siempre, no por ser 14 de febrero, todos los días hay que hacer algo para que a quién amamos lo sepa, porque la vida es muy frágil" nos platica Roberto, mientras abrazaba a su compañera de vida y próxima esposa.
Una historia de amor que se fraguó contra esquina del templo del Señor de las Maravillas y frente a uno de los platillos insignia de la gastronomía poblana, este es el comienzo de un nuevo capítulo para la familia García Sánchez con ya varios capítulos escritos pero con una larga historia por delante.
AAC