En el municipio de Santa Rita Tlahuapan se ha abierto al público en general un predio que ha conseguido la sinergia entre la paz de los escenarios naturales y las actividades extremas, mismas que pondrá a prueba la mente y cuerpo de los visitantes. Se trata del Parque de Alpinia, donde los viajeros podrán conocer del laberinto más grande de México.
Al interior de Alpinia existe un laberinto, atractivo turístico que durante los últimos años ha llamado la atención; es el espacio más grande de México en su tipo, con una superficie de 6 mil metros cuadrados y está conformado por 2 mil 870 pasillos, entre los que se podrán encontrar seis puentes y un quiosco de tres niveles de altura. Al llegar, los aventureros podrán replantear su estrategia para salir en el menor tiempo posible.
En entrevista para MILENIO Puebla, José María Galán, director de Alpinia, reconoció que la elaboración de este laberinto gigante fue un trabajo detallado y requirió de mucha paciencia para saberlo culminar; no obstante, ha valido la pena al escuchar los comentarios de los visitantes.
Este laberinto se terminó de construir en 2012, cuando se vio reflejado el arduo trabajo de seis años de preparación para conseguir que un total de 16 cedros blancos, los cuales integran el laberinto de diseño inglés. Para ello se contó con la participación de topógrafos y expertos en materia, con el fin de no dejar ningún cabo suelto en la planeación y ejecución de este atractivo.
Diversos caminos ciegos y otros en círculos, rutas alternas, cálculos exactos en el trazado de los pasillos y un entorno silencioso donde la naturaleza es el único acompañante, vuelve del laberinto de Alpinia un reto bastante grande para la mente, concentración y paciencia.
José Francisco Sánchez, quien viajó desde Cuernavaca Morelos hasta Puebla solo para vivir la experiencia de Alpinia, señaló que fue inolvidable: “Nos levantamos a las 7 de la mañana para hacer el recorrido. Pensamos que era mucho más complicado, ¿pero sabes?, cuando empiezas a hacerlo estratégicamente, subes a la parte de arriba y observas los huecos puedes identificar la salida más rápido. El primer equipo lo hizo en 33 minutos, nosotros en 40 y el tercer equipo lo hizo en 50 minutos”.
Además, reconoció que una vez dentro del laberinto los equipos formados por sus familiares y amigos pusieron a prueba sus habilidades mentales, de comunicación grupal y liderazgo, por lo que se volvió un gran ejercicio de integración.
De acuerdo con el director del espacio, recorrer el laberinto puede durar desde 20 minutos hasta más de 2 horas de acuerdo con la destreza de los participantes. Además, recuerda que han existido algunos viajeros que prefieren pedir ayuda al no encontrar la salida por un tiempo prolongado, por lo que se demuestra que si bien es una atracción para todos, no cualquiera puede vencer el desafío.
Sin embargo, también actualmente existe un laberinto pequeño para los menores, donde podrán comenzar a cultivar sus habilidades de resolución de problemas y así, en algún futuro, enfrentar al laberinto más grande de México.
Alpinia, más que un laberinto
En los límites de Puebla y el Estado de México, a un costado de la autopista México-Puebla, se encuentra el Camino Alpino que guía a los visitantes hasta un predio de 40 hectáreas. En sus orígenes se encontraban terrenos de cultivo para la plantación de alimentos como el maíz y papas, entre otros. No obstante, poco a poco el giro comercial llevó a los propietarios a sembrar pinos de Navidad para su venta, mismos que poco a poco formó un nuevo camino para Alpinia.
De acuerdo con José María Galán, el paisaje que rodea la zona ubicada bajo las faldas del volcán Iztaccíhuatl orilló a pensar en compartir la experiencia del contacto entre las personas y la naturaleza. Este hecho fue corroborado por la familia Sánchez, la cual vio la oportunidad para los poblanos de tener un atractivo de “un concepto bastante europeo” pero con esencia mexicana.
Actualmente, las familias pueden asistir a Alpinia para realizar todo tipo de actividades, donde también grupos de trabajo asisten para despejarse y reforzar sus destrezas.
Aunque en un principio los fundadores de este parque tuvieron como base la visita de grupos escolares, retiros y campamentos, la pandemia de covid-19 trajo cambios rotundos para Alpinia. El encierro y el miedo a los contagios y escasez de visitantes para recorrer el parque mostró la importancia de ampliar su margen de clientes y especializar sus actividades de dispersión para tener todo tipo de experiencias inmersas entre la naturaleza.
Como consecuencia, los últimos dos años, cada sábado y domingo, los visitantes pueden acceder al Parque de Alpinia, donde además de enfrentar el reto del laberinto más grande de México se pueden encontrar, por lo menos, 20 actividades extras.
En el punto se pueden realizar actividades extremas como vivir la experiencia de la tirolesa, además de que hay un campo de gotcha y obstáculos elevados por puentes suspendidos. También se puede bici de montaña, conocer la pista de obstáculos, realizar boulder, rapel, tiro con arcos y muchas más actividades.
Asimismo, también se aprovechar la paz y tranquilidad del escenario para participar en clases de yoga, manualidades artísticas, camping, noches alrededor de fogatas, mini golf, charlas sobre ecología, recorridos por los campos de cultivo de pinos navideños, granjas inmersivas y muchas más atracciones en un horario de las 9 a 18 horas.
En miras de que crezca la experiencia
Actualmente, Alpinia trabaja con la esperanza de que pronto pueda ofrecer hospedajes de confort para todos sus visitantes, sin embargo, por ahora solo han podido acondicionar espacios de áreas verdes para pasar la noche al interior de un camping.
Un factor importante para los turistas también ha sido el costo de la entrada al parque de ambiente 100 por ciento familiar, pues para menores de 12 años la entrada es de 120 pesos, mientras que para adultos es de 180 pesos.
Alpinia se ha convertido en una excelente opción para convivir en familia durante un fin de semana, ya que las comodidades como sanitarios, enfermería, tienda de artículos y cafetería no faltarán en ningún momento para hacer de la visita una experiencia inolvidable y grata.
Sin embargo, hay actividades que requieren de un costo extra, principalmente, las que piden el uso necesario de equipo como arneses, cascos o un guía, con la finalidad de ofrecer seguridad en cada una de las actividades. Por último, dentro del parque poblano se podrá vivir una experiencia única e inolvidable mientras se recorren los campos de pinos y se aprecia la naturaleza local, lo cual hace que este punto se convierta en una gran referencia del ecoturismo nacional.
AFM