Adolfo Cueto, basquetbolista con discapacidad nos cuenta su historia

Una persona con discapacidad tiene todo para hacer lo que quiera ser y ser la persona que desea ser en la vida e historias como la de Adolfo confirman este hecho a la sociedad diariamente.

Adolfo Cueto en competencia con el equipo de Durango. (cortesía)
Karla Rodríguez
Gómez Palacio, Durango /

Adolfo Ángel Cueto Covarrubias, quien cursa la carrera de Ingeniería en Tecnología Informativa en la Facultad de Ingeniería Civil y Arquitectura (FICA) de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), disfruta de la música, los videojuegos y es un buen jugador de básquetbol, también es una persona con discapacidad que demuestra que todo puede ser posible.

Adolfo padece de mielominingocele, una condición en la que los huesos de la columna no se forman de manera correcta, además de hidrocefalia, que es la acumulación de líquido dentro de las cavidades profundas del cerebro. Son condiciones que tiene desde nacimiento y estas le impiden caminar. Sin embargo, esto no ha sido motivo para vivir su vida al máximo y disfrutar de diversas experiencias, incluido el deporte.

Comenta que inició en el deporte a los nueve años cuando recibía rehabilitaciones en Centro de Rehabilitación e Inclusión Infantil Teletón (CRIT) de Gómez Palacio y su maestro le presentó el basquetbol. Desde ahí empezó su amor por esta disciplina y los entrenamientos. A los 11 años se integró al equipo de Durango y poco a poco a participar en competencias en la capital.

Adolfo Ángel Cueto Covarrubias, joven basquetbolista. (cortesía)

A pesar de que solo ha participado en un campeonato, desea próximamente volver a las competencias y demostrar su destreza en el deporte. Aunque asegura que el simple hecho de entrenarlo le ha aportado muchos beneficios y le enseñado la importancia de su independencia, el valor de la responsabilidad y le ha dado muchas amistades y experiencias.

“Me ha hecho más independiente a salir a lugares durante las competencias, de ya no necesitar a mi mamá, de hacer las cosas por mí solo y a sobrevivir un largo tiempo solo sin ayuda de nadie”, esto lo comenta ya que gracias al equipo ha tenido que viajar a distintas partes de la República, por lo que es necesaria su independencia al momento de competir y lograr eso, tanto a él como a su familia los llena de orgullo.

Como consejo para aquellos niños que desean participar en un deporte pero que también presentan una discapacidad, les dice que se esfuercen, “que esto de la discapacidad no los limite a ser lo que quieren hacer y que como cualquier persona luchen por sus sueños. No por estar discapacitados vamos a dejar de hacer lo que queremos y lo que nos gusta”.

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