Las vacaciones son el tiempo en el que los más pequeños pueden disfrutar de sus actividades favoritas antes de entrar a clases. Una de ellas para muchos niños es ver en la televisión sus programas favoritos por un poco más de tiempo. Si bien, es importante cerciorarse de que ese tiempo no sea más del recomendado, también la calidad de lo que ven es sumamente importante.
Ayuda en Acción, asociación civil en España, menciona a través de un blog que, al ser las pantallas parte de la vida de todos, será necesario aceptarlas y generar pautas de convivencia. Si se quiere conocer si un programa es educativo, especialmente si son online, sugiere se hagan las siguientes preguntas acerca del mismo:
- ¿Visibiliza la diversidad y la integra poniéndola en valor (ya sea racial, cultural, de capacidades, de aspecto físico, etc.)?
- ¿Tiene contenidos generadores de autoestima en sus protagonistas?
- ¿Promueve el pensamiento crítico y propone diferentes propuestas de resolución de problemas, pone en el debate la equidad y la justicia social, etc.?
- ¿Promueve la creatividad y la búsqueda alternativa de soluciones, así como el trabajo en equipo?
- ¿Genera aprendizaje de habilidades sociales y emocionales, como la empatía?
Estas preguntas pueden ayudar a conocer si el programa o canal que ven los pequeños es beneficioso para ellos, pero también se debe tomar a consideración el tiempo de pantalla que es recomendado para los menores, para que así lo aprendido lo puedan aprovechar de mejor manera.
Common Sense Media, sitio web que ayuda a las familias con la tecnología, indica que las pautas de la Academia Americana de Pediatría (AAP por sus siglas en inglés) permiten algún tiempo frente a la pantalla para los niños menores a dos años. Las recomendaciones para padres y cuidadores son:
- Niños menores de 18 meses: evita que usen las pantallas, a menos que se utilicen para hacer videollamadas.
- Niños de 18 a 24 meses: si decides presentarles los medios a niños de esta edad busca programas de buena calidad, mira con ellos los programas y jueguen juntos.
- De dos a cinco años: limita el uso de las pantallas a una hora por día, de programas de buena calidad.
- Para los niños más grandes, crea un plan familiar para el uso de los medios con reglas consistentes y asegúrate de que se cumplan.