Muchos niños y adolescentes gustan de pasar sus ratos libres jugando videojuegos. Pese a que existen aspectos negativos en esto, como la obsesión que pueden causar en algunos individuos, cambios de humor o el hiperenfoque que estos pueden causar, también aportan beneficios para ellos.
Algunos de ellos puede ser la mejora de las habilidades lectoras, practicar habilidades visioespaciales, solución de problemas, conexiones sociales e impulsan la creatividad, señala el portal de Understood, una guía educativa para personas neurodivergentes.
No obstante, es de suma importancia que, para que estos beneficios se vean reflejados, además de mantenerse atentos y reducir el consumo de videojuegos, también se tenga presente cuáles son los adecuados para cada edad.
La Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos recomienda entonces que se busque un control parental y que, en el caso de videojuegos para consolas, se pueda consultar las categorías de clasificaciones que la Entertainment Software Rating Board (ESRB) sugiere en el videojuego que se pretende comprar para el menor y la división de las clasificaciones que tiene, las cuales encontrarás en la portada de la caja, en la parte inferior derecha, y son las siguientes:
- E: contenido apropiado para todas las edades, con violencia mínima, de fantasía o ligera y lenguaje moderado.
- E 10+: videojuego apropiado para niños mayores de 10 años por contener un poco más de violencia mínima, lenguaje moderado o temas mínimamente provocativos.
- T: contenido para personas de 13 años o más, ya que cuenta con violencia, temas insinuantes, humor grosero, mínima cantidad de sangre, apuestas simuladas y poca frecuencia de lenguaje fuerte.
- M: corresponde para los juegos que deben ser jugados por personas de 17 años o más. Puede contener violencia intensa, derramamiento de sangre, contenido sexual o lenguaje fuerte.
- Ao: videojuego exclusivo para adultos por sus escenas prolongadas de violencia intensa, contenido sexual gráfico o apuestas con moneda real.
En el caso de los juegos en internet y aplicaciones no existe una regulación para su clasificación, aunque hay apps que utilizan la de ESRB para señalarla. En algunos casos se puede hacer un control parental para que los niños no accesar a esa clase de juegos. De no ser posible, será necesario que haya vigilancia y se platique con los menores sobre la importancia de no jugar juegos inadecuados para asegurarse de que el contenido que consume sea acorde a su edad.