Con el regreso a clases, muchos niños y adolescentes se encuentran con la incertidumbre de las materias, tareas y próximamente los exámenes, pueden ser cosas que pongan en alerta, por lo que es responsabilidad de maestros y padres de familia ayudarlos a sobrellevar el estrés de la mejor manera posible.
Salma Paulina Hernández Herrera, psicoterapeuta quien cursa la maestría en Sexología Clínica y Terapia Familiar, comenta que esta sensación realmente es un impulso que el ser humano tiene por naturaleza, donde el sistema endocrino libera cortisol y otras hormonas para defendernos ante las amenazas, sin embargo, las amenazas actuales no requieren de una defensa tan grande.
“Nuestros elementos estresores son cosas más sencillas de resolver, pero nos alteramos con más facilidad. Esto tiene que ver con cómo aprendemos a racionalizar las cosas. Varias personas pueden reaccionar de manera distinta a un examen final, por ejemplo, pero todo depende de cómo te hayan educado que debes reaccionar ante las situaciones de presión”, declara.
Cuando a los estudiantes se les enseña que una prueba no los define como personas, incitándolos aún así a dar su mayor esfuerzo, pueden lidiar con un nivel de estrés regular, a que si les hubieran enseñado a que las calificaciones los definen y que es un grave error si sacan una baja calificación, lo que se puede mezclar con la ansiedad.
Padres de familia y maestros pueden aportar ante la presencia de estrés escolar, por lo que recomienda que ambos reencuadren los errores: en vez de verlo como algo negativo, que sea percibido como un aprendizaje. “Es decirles: vas a cometer errores, y eso está bien, lo que no puede pasar es que no aprendas nada a partir de esa equivocación”.
Menciona que los errores construyen y encaminan a que haya un aprendizaje más correcto, al igual que enseñarles que fallar también es de adultos, pues en ocasiones padres comparan su desempeño escolar con el de sus hijos y esto solo los avergüenza en vez de motivarlos, lo que no es un factor sostenible para motivar.
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“También por esto es esencial hacerlos responsables de las consecuencias de lo que ellos hacen, es decir, si el chico decide no hacer la tarea, la consecuencia es tener bajas calificaciones. Cuando entienden que está en sus manos los resultados, pueden celebrar sus méritos y mejorar aquellos que no fueron tan buenos, algo esencial para su futuro, tener independencia y ser capaz de hacer las cosas por sí solo; y en caso de no poder, siempre es posible pedir ayuda”.
Concluye reiterando que los padres presentes en la educación son de suma importancia: supervisar tareas, ayudar con ellas, pregunten cómo se sienten, pues las pantallas están muy presentes en la vida de los niños, que si bien es un recurso de aprendizaje, no debe ser el único maestro, monitoreando el contenido que absorben a través de ellas, con orientación de adultos, pues la interacción de diversas maneras es esencial para su aprendizaje.