Las habilidades sociales pueden ser muy difíciles de aprender para un menor, pues en varias de ellas consisten en desprenderse de algo o alguien para tener otro tipo de acercamiento con otras personas. En estas fechas, donde hay bastantes juguetes entre los niños, los padres podrán darse cuenta que una de esas habilidades a aprender de los menores es la de compartir.
Según el portal de Child Care Aware, asociación estadounidense dedicada a planes de fondo y cuidado infantil, señala en su blog que una de las cosas más difíciles de enseñar a los niños pequeños es el compartir, debido a los lazos emocionales que un juguete puede representar para un menor, mencionando que enseñar a compartir a un niño es más sencillo a partir de los cinco años.
Vanessa Macías Gurrola, psicóloga clínica quien se dedica a la consulta privada, señala que no es que los niños no quieran compartir sus juguetes, es que tienen miedo a hacerlo en muchas ocasiones. Menciona que a la edad de los dos a tres años entra la etapa del egocentrismo, y es en esta etapa en la que los menores no entienden varios procesos mentales, como el compartir.
“Incluso muchas veces los juguetes tienen un significado especial para el niño. Se convierten en objetos transicionales, que estos objetos nos ayudan a enfrentar la angustia ante la separación. Son sus tesoros, su mundo interno, por eso les es difícil desprenderse, porque no saben qué va a pasar”, declara Macías Gurrola, por ello también menciona el no presionar al menor a que preste sus juguetes hasta que pueda estar listo para comprender.
Apunta que el trabajo como adultos y padres de familia es el enseñarle al menor el significado de compartir, porque realmente no sabe lo que es eso y esa habilidad es completamente aprendida. Una de las maneras para hacerlo es predicando con el ejemplo. Cosas como compartir comida o compartir en un juego le ayudará a entender que es divertido.
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“Simplemente cosas como decir gracias, por favor, ya le estas enseñando al niño a tener estas habilidades, puede aprender a decirlas. Más que el imponer, propón”, comparte Vanessa. Igual señala que una parte muy importante es el reforzamiento. Palabras que lo motiven, feliciten y estimular cuando el menor logra compartir sus juguetes también será de gran ayuda, siempre en un ambiente controlado para que pueda aprender con paciencia, comprensión y amor.
Concluye con la necesidad de comprender a los niños en estos aspectos, ya que no es que sean malos, sino que es necesario educarlos, al igual que entender lo que ese juguete que no quiere prestar puede significar para el menor, y el desprenderse puede generarles miedo o angustia.