Invitados por la Dirección de Medio Ambiente de Ciudad Lerdo, Durango, y de la Subsecretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente Laguna, invitaron a integrantes de la Familia Sustentable del Instituto Tecnológico Superior de Lerdo (ITSL) a la reforestación con fines de restauración dentro del Área Natural Protegida del Cañón de Fernández.
El docente de Ingeniería Ambiental, Francisco Samuel Bonilla Rodríguez, comentó que esta invitación fue hecha para ayudar a la restauración de este recinto natural, donde se encuentra una gran variedad de flora y fauna, actividad que coincide con las jornadas de responsabilidad social que ya habían hecho en el vivero del mismo municipio.
“Por fortuna somos más, por lo que pudimos dividir el grupo y catorce personas representando a toda la Familia Sustentable fueron a la actividad”, declara Bonilla Rodríguez, indicando que se sembraron en el recinto alrededor de 120 huizaches en lugares estratégicos para su crecimiento y que, en un futuro, se viera más vasto de fauna el lugar.
Señala que esta jornada del sábado 15 de octubre fue extensa, pues se llevaron alrededor de cuatro horas en la reforestación, ya que encontrar suelos idóneos para la plantación puede ser complicado, en especial en el Área Natural Protegida del Cañón de Fernández, pues hay mucha piedra y se tuvieron que adentrar al recinto para colocar la mayor cantidad de árboles posibles.
Francisco Samuel considera importante informar que los huizaches plantados son aquellos que hace un par de años la Secretaría de Medio Ambiente recaudó, pues estos árboles son parte de las especies nativas del área natural, siendo reproducidas bajo condiciones de un vivero. Después de dos años, fueron devueltas a su zona de origen para ayudar en la conservación de este recinto.
“Lo importante de todo esto es que el material genético de los árboles que fuimos a poner son exactamente el mismo que el que se da en el lugar de manera natural. Eso nos ayuda porque hay mayores probabilidades de éxito de que esos árboles se desarrollen de la forma más natural posible”, menciona.
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Por último, indica que cuando llegaron fueron llevados a un área que se encontraba reforestada, sin embargo los árboles, al ser jóvenes, no llegan a tener un tamaño que los ayude a distinguirse en el ambiente, lo que ha dejado como resultado que el turismo que acude con cuatrimotos se metan y muchas especies replantadas se perdieron.
Por ello, pide a la comunidad que suspendan el uso de estos vehículos, los cuales están prohibidos por ser el Cañón de Fernández un área protegida.