La paternidad es una etapa que es importante llevar a cabo de la mejor manera posible, pues a través de los padres, los niños aprenden maneras de sobrellevar la vida. En el caso de las madres, que principalmente juegan un papel emocional en la crianza, que el menor cuente con un vínculo sano es esencial para aprender a gestionar emociones y encontrar seguridad en este aspecto.
La maestra Bertha Alicia Peña Espinoza, psicoterapeuta Gestalt, señala que, aunque considera que ambas figuras son importantes para el desarrollo de los menores, pues dentro de la crianza cada una tiene su rol específico, es la materna la que posee un vínculo especial, pues éste se da desde el momento de la gestación y se incrementa conforme nace y se desarrolla el menor.
La seguridad emocional es el principal aspecto que las madres o vínculos maternos deben enseñar a los menores, por lo que si no se tiene una buena relación con el pequeño, le ensañará formas poco saludables de relacionarse con las demás personas.
“Si yo como mamá deseo al bebé y se recibe de la mejor manera, la estabilidad emocional que tiene que ver con seguridad, autoestima, toma y manejo adecuado de decisiones, a futuro se verán beneficiados porque estos son estrechamente relacionados con el vínculo materno. Si bien, ambos padres aportan al desarrollo, mamá da lo emocional y papá da las acciones en sus roles”, declara.
Comenta que si la madre no sabe distinguir sus emociones, puede llegar a ser una limitante para enseñarle al niño la correcta gestión de la misma, por lo que ser madre no es un trabajo fácil, pues aunque considera es una etapa emocionante, también es intensa, ya que requiere de trabajar lo más vulnerable para criar a mejores seres humanos.
“Si de verdad tomáramos consciencia de la importancia de estos vínculos y apegos sanos, lo que puedo enseñar a nivel emocional, entre otros aspectos como padres de familia, los pequeños vivirían más felices, más tranquilos emocionalmente y con más herramientas para lidiar con los problemas que la vida le ponga en frente”.
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Con esto, sugiere Peña que aquellas mujeres y personas que consideren la posibilidad de la paternidad trabajar emocionalmente para mejorar y así brindar de la mejor crianza a sus niños en un futuro, pues el trabajo de los padres es de suma importancia para brindar a los niños de herramientas para la vida, participando ambos en la crianza.
“Hay personas que en ocasiones piensan que no es tan difícil tener un hijo, pero requiere de mucho trabajo interno. Creo que las personas que ya estamos dentro de la paternidad debemos buscar estrechar los lazos por medio de la convivencia, la sinceridad, el perdón y principalmente a través del amor. De esa manera se pueden organizar y replantear apegos no funcionales”