Andrea Martínez Hernández de 80 años residente de la colonia Cascajal espero hasta el último para vacunarse contra el covid-19 y evitar las aglomeraciones así como conflictos que se presentaron durante los primeros días.
Dijo que sus vecinas acudieron un día antes y durmieron en la calle o el auto, además de soportar las inclemencias del tiempo por las altas temperaturas y a pesar de que la invitaban, prefirió quedarse en casa.
Fue hasta este domingo cuando salió de su casa a vacunación en el módulo de la UAT Campus Tampico, en donde ni siquiera hizo fila, se aplicó la dosis y por su fuera poco el día está nublado y fresco.
Ante esta situación comentó que "el que ríe al último, ríe mejor", frase que asegura le cayó como anillo al dedo y ahora puede regresar a casa más tranquila sabiendo que está un poco más protegida.
Incluso manifestó que ni siquiera tuvo que madrugar para acudir al módulo del Centro Universitario Sur, puesto que llegó a las 10:00 horas bien desayunado y tranquilamente pasó acompañada de su hija Romana Flores Hernández.
SJHN