La pandemia de covid-19 visibilizó la importancia del quehacer científico, no solo en el combate del virus SARS CoV-2, sino para el desarrollo del país, pero en lugar de impulsar a la comunidad científica que desde sus diversas áreas de estudio presentó innovadores proyectos para enfrentar la emergencia sanitaria, el gobierno mexicano les dio la espalda con recortes al presupuesto, coincidieron investigadores.
“La pandemia ha hecho mucho más visible la importancia de la investigación científica, nunca antes habíamos estado en una posición donde el público en general está pendiente del progreso del desarrollo de vacunas, de la secuenciación de variantes del virus, eso es muy positivo porque muchas veces pasa desapercibida la labor científica. Este virus puso en evidencia la importancia de todo el trabajo en ciencia que hay detrás de cualquier descubrimiento y desarrollo”, señaló Liliana Quintanar Vera, investigadora del Departamento de Química del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav).
La también ganadora del Premio de la Investigación que otorga la Academia Mexicana de Ciencia, subrayó que en México, el quehacer científico nunca ha sido fácil; sin embargo, las dificultades presupuestarias se acentuaron con esta administración, pero además, se denigró la imagen de los investigadores desde la Presidencia de la República, “nunca nos habían denostado de esta manera”.
“Nunca se ha cumplido la Ley de ciencia y tecnología que dicta una inversión del 2 por ciento del PIB, nunca hemos llegado ni al 1 por ciento. En lugar de mirar que esta pandemia requiere de la ciencia, del trabajo científico, lejos de que eso fuese un incentivo para los consorcios de investigación asociados a covid-19 o los consorcios para desarrollar una vacuna en México, el apoyo ha llegado a cuenta gotas y no es suficiente”, señaló la científica.
Y es que investigadores mexicanos de diversas instituciones educativas como la UNAM, el Cinvestav, el Tec de Monterrey, las universidades autónomas de Querétaro, Baja California y San Luis Potosí han desarrollado al menos seis candidatas de vacuna anticovid, que no han avanzado debido a la falta de financiamiento del gobierno mexicano y dependen del apoyo de la iniciativa privada.
Quintanar añadió que en los últimos dos años, la comunidad científica ha sufrido un fuerte recorte al presupuesto y “en varias ocasiones hemos tenido que salir a defender el presupuesto”.
Al respecto, Alma Maldonado, investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas del Cinvestav, destacó que en medio de la crisis, los presupuestos en países desarrollados buscan no reducir el financiamiento a la ciencia, pero en México, el primer impacto va al financiamiento de la educación, ciencia y salud, lo que refleja que no se comprende la importancia del desarrollo científico, por lo que trabajan en la precariedad.
“En México, la política de austeridad está prácticamente aniquilando al sistema de ciencia y tecnología con distintas medidas que se han tomado, con la pandemia se ha incrementado con pretextos de que se necesitan más recursos para combatirla” y las instituciones científicas sufrieron un fuerte descalabro.
La doctora en Educación Superior por el Boston College de Estados Unidos, sostuvo que ahora el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) dejó de ser relevante porque cada vez tiene menos recursos para operar, y solo se queda con el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y becas, ya que ha desaparecido fondos para el desarrollo de proyectos de investigación y el panorama es aún desolador con la refundación del SNI que anunció la titular del Conacyt.
“El problema es como están considerando que deben ser estos cambios, la idea del gobierno es destruir todo lo que existía sin proponer una alternativa; en plena emergencia sanitaria, los fideicomisos se extinguieron, aunque eran un instrumento legal y financiero útil. Se eliminan de tajo bajo el supuesto de que habían irregularidades, pero es la fecha que no tenemos un solo documento que presente cuales fueron. Desde la comunidad lo hemos dicho, si hay pruebas de fraude, si hubo gente que abusó del sistema, que se persigan, pero solo fue desaparecerlos bajo el pretexto de la pandemia que se necesitaban recursos”.
Por su parte, el investigador Miguel Angel Medez Rojas, coordinador del Programa de Nanotecnología e Ingeniería Molecular de la Universidad de Las Américas Puebla, coincidió con Quintanar Vera y añadió que la pandemia reforzó el trabajo conjunto de la comunidad científica mexicana, en el desarrollo de soluciones contra el virus, pero también evidenció la necesidad de su trabajo en otros ámbitos, como energía, cambio climático y alimentación, por lo que lamentó que en el país se realizan actividades mínimas de investigación.
“Según el indicador más reciente de la Unesco, tenemos cerca de 70 mil personas en el país que realizan actividades mínimas de investigación, y cerca de 35 mil reconocidas dentro del Sistema Nacional de Investigadores, que contribuyen de alguna manera, desde ámbitos, pero son insuficientes”.
De acuerdo con estadísticas del Banco Mundial, a partir de datos de la Unesco, en Méxco tenemos 315 investigadores por cada millón de habitantes; mientras que países como Japón tiene 5 mil 331 investigadores por cada millón de personas; le sigue Alemania con 5 mil 212; Francia, 4 mil 715; Estados Unidos 4 mil 412; España y 3 mil investigadores por cada millón de habitantes.
En América Latina, superan a México: Argentina con mil 192 investigadores por cada millón; Brasil con 888 y Costa Rica con 380 investigadores por cada millón de habitantes.
ledz