De acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) durante el primer trimestre del año aumentaron 36 por ciento los retiros de las Afores, aunque no todos corresponden a la emergencia sanitaria. El monto promedio de los retiros es mayor a 20 mil pesos y se estima que las solicitudes incrementen hasta 60 por ciento en lo que resta del año.
“Esto constituye un riesgo muy grave para los trabajadores afiliados al IMSS o al ISSSTE, especialmente porque el fondo de ahorro está planeado para cuando las personas ya no tengan un empleo formal o tengan más de 65 años; sin embargo, antes de afectar dicho fondo hay que considerar otras herramientas financieras que pudieran ayudar a los trabajadores con los gastos que se están presentando”, refirió Dante Teytud, experto en finanzas personales y Director Comercial de Credifiel.
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De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), entre marzo y abril se perdieron 753 mil 280 empleos y muchas personas han optado por utilizar sus ahorros para enfrentar la pandemia por tres o cuatro meses y no se descarta que sigan presentándose debido al confinamiento y la necesidad de liquidez.
“En estos momentos los recursos solicitados están siendo utilizados para hacer frente a gastos fijos como luz, teléfono, cable, internet o agua; actividades primarias como la alimentación, el arreglo de la vivienda y en algunos casos la compra de electrónicos –pantallas o computadoras”.
Aunque se trata de un derecho de los empleados, dijo, este retiro implicará desventajas a largo plazo, pues de manera automática se disminuyen las semanas cotizadas que se tienen registradas y el monto de la pensión será menor, debido a los intereses que dejan de percibirse.
“Cuando se retira dinero del Afore por desempleo, el IMSS quita semanas cotizadas al trabajador, lo que significa que tardará más tiempo en jubilarse, y se podría llegar a perder el derecho, pues la meta de mil 250 semanas de cotización necesarias para pensionarse, se verían afectadas por el retiro de recursos, especialmente cuando en México menos de 10 por ciento de las personas hacen aportaciones voluntarias”.
Una vez que se hace un retiro por desempleo, explicó, las personas tienen que esperar cinco años para volver a solicitarlo, lamentablemente la incertidumbre te lleva a tomar decisiones equivocadas. Por ello, instituciones financieras como la suya han brindado asesoría personalizada para la toma de decisiones como si es más conveniente solicitar un crédito en lugar de afectar los ahorros del retiro.
“Estamos apoyando a los empleados de gobierno o sector público que también están sufriendo la baja de salarios y que tendrán que aportar su aguinaldo para hacer frente a la emergencia, les estamos dando al ventaja de sacar un crédito con nosotros con mínimos requisitos y no les estamos checando el Buró de Crédito y si la persona o algún familiar adquirió el virus podrá hacer el pago tres meses después”.
Los montos máximos que ofrecen, apuntó, pueden ser entre 250 mil o 300 mil pesos, pero todo depende de la capacidad de pago de las personas; sin embargo, su ticket promedio es de 20 mil pesos, lo mismo que están retirando de sus afores. “En el Estado de México tenemos sucursales en Toluca, Chalco, Nezahualcóyotl, Ecatepec y Tlalnepantla”.
MMCF